Bacalao al horno con salsa de mostaza al vino blanco. Los pescados al horno dan un resultado buenísimo y, de paso, ensuciamos poco. En esta ocasión, hemos hecho unos lomos de bacalao al horno, acompañados de unas patatas cocidas en el microondas y una salsa agridulce de mostaza al vino blanco. Simple, muy fácil y muy rico, ¿se puede pedir más? No te pierdas la sección final del post donde hablaremos del fraude del bacalao.
En esta receta, he utilizado unos lomos de bacalao congelados que ya vienen en su punto de sal. Si no los encuentras o quieres utilizar bacalao en salazón, recuerda desalarlo en la nevera durante 48-72 h, dependiendo del tamaño de la pieza. Si tienes dudas de cómo hacerlo, puedes ver cómo desalar el bacalao de una forma fácil.
Las patatas de acompañamiento las vamos a cocer en el microondas. No es que se ahorre más tiempo que una cocción normal, pero se ensucia menos y quedan muy bien. Puedes ver cómo hacíamos las patatas en el microondas para preparar la receta de la tortilla de patatas y calabacín.
La verdad que la salsa agridulce de mostaza me ha sorprendido. Es una versión de una que tenía apuntada en mi particular libretilla de recetas. Aquí la variante es la mostaza al vino blanco de Maille. Si no la encontraras, creo que te puede funcionar muy bien la mostaza a la antigua.
¡Vamos con la receta!
Ingredientes:
800 g de bacalao desalado
1 cebolla mediana
4 patatas medianas
Rúcula para acompañar
Aceite de oliva y sal
Para la salsa de mostaza al vino blanco:
3 cucharadas de mostaza al vino blanco Maille
3 cucharadas de vino blanco
3 cucharadas de zumo de limón
3 cucharadas de agua
2 cucharadas de miel
1/2 cucharadita de romero seco
3 cucharadas de aceite de oliva
Nota: esta receta ha sido elaborada con productos proporcionados por Maille
Preparación y comentarios:
1. Untamos la placa del horno con un poquito de aceite y colocamos primero la cebolla en láminas con una pizca de sal. Encima, disponemos los filetes o lomos de bacalao desalado con la piel hacia abajo. Añadimos 1 cucharada de salsa de mostaza por encima de cada trozo de bacalao. Metemos en el horno precalentado a 180 ºC durante 10-15 min (dependiendo del tamaño del bacalao).
2. Para hacer la salsa de mostaza al vino blanco: mezclamos todos los ingredientes y los llevamos al fuego para que hierva 1-2 min, removiendo con unas varillas.
3. Cocemos las patatas en el microondas. Colocamos las patatas peladas y enteras en un plato, lo envolvemos con film transparente (y le hacemos un par de agujeritos para que salga el vapor) y lo metemos al microondas a máxima potencia durante 12-16 minutos (dependerá del tamaño de la patata, puedes controlar la cocción pinchando con un cuchillo).
Para que te organices mejor, quizás deberías cocer las patatas al principio, antes de preparar el bacalao.
4. Presentamos el plato. Hacemos una pequeña cama con las rodajas de cebolla, encima el bacalao, al lado las patatas cocidas cortadas en trozos y un poquito de rúcula. Regamos todo con la salsa de mostaza y un chorreoncito de aceite de oliva virgen extra ¡riquísimo!
Ver más recetas de bacalao
Fraude con el bacalao
¿Se vende pescado más barato etiquetado como si fuera bacalao? Me temo que sí. La Unión Europea ha investigado recientemente el fraude del etiquetado del pescado, a través del programa Labelfish, en el que participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
El atún, la anchoa y el bacalao son las 3 especies en las que se produce más fraude en el etiquetado, sobre todo si el pescado se vende en conserva y troceado. Parece que el bacalao que se vende fresco o congelado se libra, no así el que está en salazón, donde se ha encontrado que el fraude está en el 6,5%.
Existe la picaresca por la que se ofrecen muchos sucedáneos del auténtico bacalao a precios más bajos. ¿Quiénes son esos pescados impostores? Las marucas, los eglefinos y el abadejo, entre otros. Se puede dar el caso en que uno de estos pescados se cuele en el procesado del auténtico bacalao, pero me decanto más por la postura de que se trata de algo premeditado y, por tanto, fraudulento.
Si un pescado no es de la especie que marca la etiqueta no quiere decir que ese pescado sea peor, o de mala calidad o perjudicial para la salud, simplemente es un fraude al consumidor. Lo peor de todo es que muchas veces no nos damos cuenta ni cuando lo comemos. Tendremos que educar nuestro gusto para detectar estos fraudes...
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