...del turco baklava, que significa baklava, es un pastel hecho de frutos secos, canela, miel y crujiente masa filo. Pastel que nos trae reminiscencias que van desde Las mil y una noches ("¡Oh pasteles, dulces, finos y exquisitos, pasteles increíblemente hechos por manos humanas!..." [Noche trece])hasta las fiestas de los jenízaros en el palacio Topkapi, en cuyas cocinas se dice que el original y antiguo pastel evolucionó hasta la forma con la que hoy le conocemos. Así que si es usted goloso, adelante: es fácil de hacer y muy, muy rico de comer.
Ingredientes:
Para el pastel:
6 hojas de masa filo
150 gr de nueces peladas
150 gr de pistachos pelados
100 gr de azúcar
Una cucharada sopera rasa de canela
100 ml de mantequilla fundida
Para el almíbar
100 ml de agua
100 ml de miel
La piel de media naranja
La piel de medio limón
Elaboración:
Trituramos finamente, pero sin convertirlos en harina, los frutos secos y los mezclamos bien con el azúcar y la canela. Reservamos.
Fundimos la mantequilla al baño María.
Cortamos las hojas de masa filo del tamaño del molde que vayamos a usar y colocamos dos en el fondo de dicho molde, cuyo interior habremos engrasado para ayudarnos luego a desmoldar.
Pincelamos con la mantequilla las hojas de masa filo y añadimos una capa de la mezcla de frutos secos, azúcar y canela.
Repetimos la operación (dos hojas de masa filo, pincelar con mantequilla fundida, añadir frutos secos) hasta acabar la mezcla, tapando finalmente con otras dos hojas de masa filo que también pintaremos con mantequilla. La "altura" de nuestro baklava dependerá del tamaño del molde, naturalmente.
Cortamos ahora con un cuchillo bien afilado en el número de raciones que deseemos, ya que una vez horneado la masa filo resulta más quebradiza y difícil de cortar.
Llevamos al horno precalentado a 180º y dejamos durante 30 o 40 minutos.
Mientras, preparamos el almíbar poniendo en un cazo el agua, la miel y las pieles de naranja y limón que llevamos a fuego medio-bajo hasta conseguir un jarabe no muy espeso. Reservamos.
Una vez horneado el baklava, dejamos atemperar fuera del horno, bañamos con el almíbar y dejamos reposar un mínimo de doce horas.