Bechamel fácil y sin grumos
La salsa bechamel es uno de esos básicos de cocina de no pueden faltar en ningún recetario. Es ingrediente fundamental en muchas recetas por eso quiero compartir mi secreto para preparar una Bechamel fácil y sin grumos.
La salsa bechamel es de origen francés, la usamos para infinidad de platos como ingrediente básico o como acompañamiento. Desde la masa de las croquetas, unos especiales filetes villeroy e incluso unos huevos con bechamel son algunos de los ejemplos que puedes preparar con esta salsa.
Se utiliza mucho también en platos de pasta, para gratinar y dar un toque espectacular a canelones y lasañas. Aunque también es la base para la elaboración de otras salsas.
Lo más importante de una bechamel es que quede bien fina y sin grumos, por eso debes prestar atención al secreto que comparto contigo para que consigas tu bechamel perfecta en pocos minutos.
Si quieres ver nuestra receta de bechamel apta para intolerantes a la lactosa pincha aquí.
He preparado la receta en vídeo para que puedas ver el paso a paso sin perder detalle. Recuerda suscribirte a nuestro canal de YouTube para estar al día de todas las novedades.
Ingredientes para 800g. aprox.
500ml. de leche
20g. de harina
20g. de mantequilla
sal
nuez moscada
Elaboración
Para comenzar a preparar la bechamel, debes poner en un recipiente al fuego la mantequilla a fundir.
Cuando esté fundida añade la harina y remueve con la ayuda de unas varillas manuales. Debes tostar la harina para que la bechamel no tenga después ese desagradable sabor a harina cruda.
Por eso este paso es importante, ya que de él dependerá en gran parte el sabor final de la salsa.
Remueve mientras se tuesta la harina. Ten en cuenta que tampoco queremos que se queme, de lo contrario arruinaría la bechamel.
Una vez que la harina se ha tostado un poco es el momento de añadir la leche.
Aquí te cuento mi secreto. Para que la harina no se apelmace y haga grumos, lo ideal es echar la leche caliente. De esta forma, en cuanto empieces a remover con las varillas manuales, comprobarás que la harina se diluye fácilmente y queda una bechamel fina y sin grumos según remuevas.
A continuación pon un poco de sal y una pizca de nuez moscada que le aportará el sabor característico de la bechamel.
En pocos movimientos de varilla verás que va espesando. Con las proporciones que estás usando comprobarás que te queda una bechamel espesa. Si la vas a usar en alguna elaboración en la que la necesitas un poco más líquida sólo tienes que aumentar un poco la cantidad de leche.
Modificando la proporción leche-harina podrás conseguir la textura deseada.
Ahora pasa la bechamel a un recipiente donde pueda enfriar. Te recomiendo cubrir con film transparente. Coloca por encima de forma que el film quede en contacto con la salsa. Así, al enfriar, no creará esa desagradable costra en la capa superior.
Ya tienes lista esta Bechamel fácil y sin grumos para usar en tus mejores platos.
Que lo disfrutéis Cocinitas!!
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