Parece que el invierno no nos quiere abandonar y, la verdad, no parece que la primavera haya llegado ya. Lo único bueno es que seguimos encendiendo el horno aprovechando este último coletazo invernal y que el cuerpo nos sigue pidiendo combustible calentito. Así que hemos preparado este bizcocho de almendra porque ¡cómo nos vuelve locas la almendra! Y a falta de una buena tarta de Santiago, pues este bizcocho para quitarnos el capricho.
¿Qué necesito?
220 gr de azúcar glas
225 gr de harina
250 gr de mantequilla
90 gr de almendra en polvo
1 cdta de levadura en polvo
4 huevos
¿Cómo lo hago?
Lo primero será sacar la mantequilla de la nevera una hora antes de comenzar con la preparación, para que esté a temperatura ambiente y sea fácil trabajarla. Cortamos la mantequilla en dados y la echamos en un bol, donde la batiremos con las varillas eléctricas junto con el azúcar hasta obtener una crema espumosa.
Incorporamos los huevos uno a uno y batimos hasta que la crema sea homogénea. Tamizamos la harina junto con la levadura y la añadimos junto con la almendra en polvo a la preparación, poco a poco y vamos mezclando con la batidora hasta conseguir una masa lisa.
Precalentamos el horno a 180ºC. Forramos un molde con mantequilla y papel de horno y vertemos la masa. Horneamos el bizcocho durante unos 50 minutos. Si vemos que se dora mucho por arriba, podemos bajar un poco la temperatura (dependiendo del horno).
Una vez horneado, lo dejamos reposar 10 minutos antes de desmoldar y esperamos a que enfríe completamente para servirlo.