Ingredientes:
- 200 gr de harina de repostería
- 3 gr de bicarbonato sódico
- 1,5 gr de levadura
- 70 gr de azúcar
- 55 gr de mantequilla
- 1 huevo
- 200 ml de batido de vainilla, 1 brick pequeño (originalmente horchata)
Preparación:
Tamizamos la harina y la mezclamos, en un bol, con el bicarbonato, la levadura y el azúcar. Añadimos la mantequilla, previamente desmenuzada y vamos integrando, ayudándomos con los dedos, hasta que tengamos una textura arenosita.
En otro bol, batimos ligeramente el huevo, añadimos el batido (o la horchata), mezclamos bien y lo agregamos al bol donde tenemos los ingredientes secos. Mezclamos con una espátula de silicona hasta que obtengamos una masa homogénea.
Engrasamos un molde con un poco de mantequilla y espolvoreamos harina (o, como yo, usamos spray desmoldante).
Vertemos la mezcla y metemos en el horno, precalentado a 180º C, unos 30 minutos, aunque, como siempre, depende de nuestro horno, así que ir controlando.
Sacamos, dejamos reposar 5 minutos dentro del molde, desmoldamos y dejamos enfriar sobre rejilla.
Yo lo empleé para hacer una tarta rellena de una crema de mascarpone y cubierta con la misma crema y virutas de chocolate.
Para la crema necesitamos:
- 400 ml de nata (crema de leche) para montar
- 400 gr de queso mascarpone
- 200 gr de azúcar glass (aunque yo la echo a ojo, depende de lo dulce que os guste)
Para preparar la crema, montamos la nata (crema de leche), bien fría, con el azúcar glass y reservamos. Por otro lado, batimos un poco el queso y mezclamos con la nata (crema de leche).
Sólo nos queda, rellenar y cubrir la tarta.