Después de la emoción de haber leído todos y cada uno de vuestros mensajes de felicitación por el primer cumpleaños de este mi rinconcito, deciros que me habéis recargado entre todos las pilas y es por eso que os traigo un postre que también pretende recargaros las pilas y la energía a todos vosotros . Se trata de un bizcocho con fruta, de los que me gustan a mi, frutos secos y vainilla. No puede ser más completo a nivel nutricional y también pretende reactivaros todos los sentidos.
Siempre que voy a la frutería y compro plátanos, compro plátanos de más aún sabiendo que no los vamos a consumir, bueno no es exactamente que no los vayamos a consumir, me refiero que soy consciente que con tantos plátanos es seguro que 3 ó 4 de ellos se van a quedar en el frutero con un aspecto poco apetecible para cogerlo y comértelo a mordiscos. Sin embargo tienen para mi un aspecto perfecto para hacer cualquier postre o dulce que se te ocurra. Los plátanos que utilizamos para un bizcocho, batido o tarta han de estar muy maduros, no te preocupes si tienen manchas marrones incluso. Por supuesto, todo dentro de un orden, no vayamos a utilizar plátanos que llevan un mes y que se han ido encogiendo y ennegreciendo con el paso de los días. Esos no
Por otro lado utilizar frutos secos siempre es un acierto, por dos motivos. Uno por las propiedades nutricionales que tienen todos los frutos secos y dos, porque hacen que la textura y el sabor del bizcocho mejore considerablemente. En este caso particular he utilizado nueces de macadamia, pero puedes utilizar nueces normales o nueces pecanas si te gustan más o si te resulta más fácil encontrarlas. En cualquiera caso, cualquiera de ellas te encantará. Las nueces de macadamia son ricas en ácidos grasos omega-3 por lo que tienen beneficios cardiosaludables además de ser ricas en grasas no-monosaturadas, proteínas, vitaminas y minerales. Su sabor y textura son únicos también, a mi me encantan, este verano a ver si me animo y hago un helado con estas nueces que siempre me encantó
INGREDIENTES:
Para el bizcocho:
3 plátanos maduros
2 huevos a temperatura ambiente
90 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
100 gr. de azúcar
220 gr. de harina
2 cucharaditas de levadura química
1 cucharadita de extracto de vainilla
100 gr. de pepitas de chocolate
1/4 de cucharadita de sal
Para el glaseado de vainilla:
1 cucharadita de mantequilla
100 gr. de azúcar glass
2 cucharadas de leche
1 cucharadita de extracto de vainilla
Un puñado de nueces de macadamia
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 180º C.
Tamizamos juntos la harina, la levadura y la sal y reservamos.
Batimos juntos la mantequilla y el azúcar hasta conseguir una consistencia esponjosa y uniforme.
En otro cuenco aplastamos los plátanos con ayuda de un prensa patatas o con un tenedor y añadimos los huevos. Batimos bien hasta conseguir una mezcla cremosa.
Añadimos la mezcla de plátanos y huevos a la mezcla de la mantequilla y el azúcar y añadimos entonces el extracto de vainilla. Batimos bien hasta conseguir que todos los ingredientes se integren completamente.
Comenzamos a añadir la harina a cucharadas, sin dejar de batir en ningún momento. Cuando la harina esté completamente integrada en la mezcla, con ayuda de una espátula, añadimos las pepitas de chocolate y mezclamos hasta que estén bien repartidas.
Vertemos nuestra mezcla en un molde para horno previamente engrasado y horneamos durante 50 minutos aproximadamente o hasta que al pinchar en el centro con un palillo o brocheta, éste salga completamente limpio.
Dejamos reposar el bizcocho dentro del molde durante 10 minutos y entonces lo desmoldamos sobre una rejilla hasta que se enfríe completamente.
Mientras se enfría nuestro bizcocho, vamos a ir preparando el glaseado de vainilla y para ello introducimos la cucharadita de mantequilla en el microondas durante 10 segundos para que se derrita. Añadimos entonces la leche, el extracto de vainilla y el azúcar y removemos bien hasta conseguir una consistencia parecida a la del yogur. Troceamos las nueces de macadamia y reservamos.
Cuando el bizcocho esté completamente frío vertemos sobre él el glaseado de vainilla y decoramos con las nueces de macadamia que habíamos troceado.
ALGUNAS ACLARACIONES:
Tienes la opción también de echar las nueces dentro de la masa, a la vez que añades las pepitas de chocolate. Añade un puñado de nueces enteras, no es necesario que las cortes.
Si no quieres hacer el glaseado, espolvorea el bizcocho con un poquito de azúcar glass. En este caso sí que es recomendable que añadas las nueces a la masa.