Si, ya ha vuelto el frío, no hay vuelta atrás. Y cuando esto ocurre, cuando el otoño deja notar lo que nos espera en el invierno, a todas las que cocinamos nos entran una necesidad terrible: encender el horno. ¿Y que mejor para prenderlo que un buen bizcocho?
Pero cada temporada nos exigimos a nosotras mismas que esos bizcochos sean distintos, y si es posible más suculentos y sabroso que el último que hicimos. Pues bien, aquí está mi nuevo sabor de bizcocho: con plátano y nueces. Sabía que el sabor del bizcocho iba a cautivar a los adultos de la casa, pero ¿cómo hacerlo más atractivo para los peques? Pues con una deliciosa cobertura de chocolate.
¿Que tal si lo probáis y me decís que os ha parecido? Os dejo el vídeo y la receta por escrito; así si prefieres ver a leer (o viceversa) tienes las dos opciones diponibles.
Ingredientes
Para el bizcocho
1 yogur (125 ml de yogur, utilizamos el vaso de yogur como medida para los otros ingredientes)
1 plátano
1 sobre de levadura (10-15 grs)
30-40 grs de frutos secos (nueces, almendras, pasas, o aquellos que más te gusten)
1 medida de aceite de girasol (125 ml de aceite)
2 medidas de azúcar (200 grs)
3 medidas de harina (225 grs)
3 huevos
Para la cobertura
200 gr de chocolate
25-30 grs de mantequilla
1 dl de leche
1 plátano para adornar (opcional)
Preparación
Pelamos el plátano y lo trituramos con un tenedor. Lo ponemos en un bol junto con los frutos secos, la levadura y el yogur. Lo mezclamos bien todo. Añadimos el aceite y el azúcar y seguimos batiendo. Por último incorporamos la harina y los huevos y batimos de forma manual hasta que tegamos una masa homogénea. No os preocupeis por los grumitos, recordad que el bizcocho tiene frutos secos.
Ponemos el horno a calentar a 180º. Mientras dejamos la masa reposar engrasamos un molde con mantequilla y cubrimos con papel de hornear. Una vez que tenemos el molde preparado repartimos en él la mezcla con cuidado. Y metemos al horno durante 35-40 minutos.
Cuando el bizcocho esté hecho, lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar.
Una vez que el bizcocho esta frío, lo desmoldamos y preparamos la cobertura. Ponemos en un cazo agua a calentar y en otro recipiente ponemos el decilitro de leche, la mantequilla y el chocolate partido en trozos. Lo derretimos al baño maría y cuando está bien derretido y mezclado lo repartimos sobre el bizcocho con ayuda de una espátula o una lengua para que quede bien cubierto.
Lo dejamos enfriar en el frigorífico un par de horas (para que el chocolate solidifique) y antes de servir, lo adornamos con unas rodajitas de plátano.
Y está listo para servirlo en el desayuno, la merienda o de postre.