Ya está aquí. De nuevo el otoño. Y de nuevo la sensación de que necesitamos platos calentitos y que nos reconforten, pero también que nos den fuerzas para afrontar los días. Entre los recursos culinarios de cuchara tienen un papel principal los purés y las cremas de verduras. Esta que eso traigo hoy es minimalista, ya que la hice un día que tenía invitados a comer: una, intolerante a la lactosa, la otra, a dieta y midiendo las calorías de cada cosa que podía tomar. Así que hice esta crema sin lácteos (que es un puré, como digo, minimalista) que les gustó tanto a las invitadas como a mi.
Ingredientes
1 kilo de zanahorias
1 cebolla
1 cucharada de aceite de oliva
sal
Preparación
Lavamos y pelamos las zanahorias, retiramos los extremos y las partimos en rodajas.
Lavamos la cebolla y la pelamos. Troceamos.
En una olla ponemos el aceite a calentar y rehogamos en el la cebolla y la zanahoria entre diez y quince minutos a fuego medio.
Cuando la cebolla tome color cubrimos los ingredientes con agua y los dejamos hervir de 30 a 45 minutos (o hasta que la zanahoria esté blandita). Sazonar. Si quieres darle un toque más personal puedes salpimentar.
Después trituramos con una batidora o un pasapurés. Y tendremos lista una deliciosa crema de zanahorias, sin lácteos, muy baja en calorías y deliciosa. Y será un primer plato estupendo para este otoño.