Nunca había hecho un bizcocho de queso pero tenía una tarrina de queso de untar en la nevera rondando desde hacía semanas y había que aprovecharla antes de que caducara. Podía haber hecho una tarta de queso, como siempre, pero me apetecía un bizcocho. Buscando en mis revistas de cocina encontré un par de recetas pero en todas me faltaba algún ingrediente (porqué siempre pasa eso?) y por una tarrina de queso, la verdad, no estaba dispuesta a salir de casa... así que al final lo he hecho como me ha dado la gana.
Dice la Wiki que la repostería es la alquímia de la gastronomía. Un arte que requiere la máxima precisión en las cantidades... vamos, que no tengo alma de repostera ni de casualidad, jajaja. Pues a pesar de todo, el bizcocho me ha quedado impresionante. Tal vez debería haber subido un poco más, o puede que le faltara unos minutos de horno, pero de cualquier manera merece la pena por el sabor delicado y la textura húmeda y jugosa que recuerda a una tarta de queso.Y aquí está:
Ingredientes:
- 3 huevos
- 150 gr. de azúcar
- 300 gr. de queso cremoso de untar (yo de hacendado)
- 2 cucharadas soperas de harina
- 2 cucharadas soperas de maizena
- 1 sobre de levadura en polvo (15 gr.)
- mantequilla para engrasar el molde
Elaboración:
Precalentamos el horno a 160ºC
1. En un bol batimos los huevos con el azúcar hasta doblar el volumen.
2. Incorporamos el queso y mezclamos bien.
3. Tamizamos la harina, la maizena y la levadura y mezclamos con los huevos con movimientos envolventes para que no bajen de volumen.
4. Ponemos la mezcla en un molde engrasado con mantequilla y lo metemos en el horno que ya estará caliente durante 40 minutos. Pasado este tiempo comprobamos que está hecho pinchando con un palillo en el centro, si sale limpio ya está hecho y si no lo dejaremos unos minutos más.
¡Hasta mañana!