La combinación de sabores en este bizcocho es estupenda, cremoso, aromático y con un sabor que le hace muy especial, con el qué...sorprenderemos a los paladares más exigentes.
Espero que os guste!!!
Ingredientes:
4 huevos L
250 gr. de azúcar
170 ml. de aceite de girasol
100 gr. de requesón o ricotta
100 gr. de membrillo
150 ml. de leche
1 sobre de levadura royal
3o0 gr. de harina repostería
30 gr. de nueces troceadas
Azúcar glas para espolvorear
He utilizado un molde savarin de Lékúe de 22 cm.
Preparación:
Precalentar el horno a 180º C
Preparamos el molde engrasado con mantequilla.
Batimos los huevos con unas varillas eléctricas a velocidad máxima durante 4 minutos.
Añadimos poco a poco el azúcar y seguimos batiendo a velocidad máxima.
Bajamos la velocidad y añadimos el aceite de girasol poco a poco, en hilito, desde el borde del recipiente.
Trituramos con una batidora el requesón, el membrillo y la leche.
Tamizamos la harina junto con la levadura y la añadimos al bol de la batidora poco a poco, alternando con la mezcla de requesón, membrillo y leche.
Añadimos las nueces muy picaditas (si quereis podeis dejar algún trozo más grande, eso es a gusto)
Mezclamos con una espátula hasta que todos los ingredientes se vean bien integrados.
Vertemos la masa obtenida en el molde elegido y metemos al horno unos 45 minutos o hasta que al pinchar el centro con un palito veamos que sale limpio.
Dejamos reposar 10 minutos en el molde y desmoldamos sobre una rejilla.
Cuando esté frío espolvoreamos con azúcar glas.
Rico, rico!!!
FUENTE: " cuchillito y tenedor "