La primera vez que oyes hablar de esto, piensas - ¡¡Qué guarrería!!- Sin embargo, cuando lo pruebas, se convierte en uno de tus bizcochos favoritos. Al final, la zanahoria es algo que no acaba siendo salado del todo y que tiene una parte dulce, que es la que le va a dar este sabor taaaaaan rico a este postre.
Sé que esta tarta suele servirse con una cobertura de frosting de vainilla, almendritas por los lados y cosas por el estilo, pero eso ya es un poco más complicado y lo vamos a dejar sólo con el bizcocho. Cuando ya vayamos siendo más pro, haremos un frosting y volveremos a esta receta, pero hoy, ya os digo que lo vamos a dejar aquí. Así que, atentos todos:
DIFICULTAD:
La próxima vez que vayas a Starbucks, no te pidas una carrot-cake, ahórrate el dinero y el sábado haces varias de estas tartas. Además te sobrará pa" ir al cine y pa" pagar la entrada de un piso.
INGREDIENTES:
Un vaso de zanahoria rallada.
4 huevos
Un vaso de azúcar. En realidad son 150g, que es un pelín menos de un vaso, pero para que te hagas una idea, puedes poner un vaso entero.
2 vasos de harina. No tiene que ser una harina especial, la normal y corriente nos sirve.
Un vaso de aceite de girasol. Sé que es mucho más sano el de oliva, pero le va a quitar todo el sabor al bizcocho. Y seamos realista, no buscamos ser sanos cuando nos comemos un bizcocho.
Un sobre de levadura. No diré marcas..... Royal
Una cucharadita de canela. (opcional)
Un poco de aceite y harina para preparar el molde.PREPARACIÓN:
Lo primero que vas a hacer es pelar las zanahorias y rallarlas hasta que tengas la cantidad que quepa en un vaso.
Luego, bates en un bol el azúcar y los huevos. Lo bates bien hasta que quedo todo integrado.
Añades el aceite, la zanahoria y vuelves a darle zapatilla con las varillas o con el tenedor.
Pones la harina, la canela y el sobre de levadura, junto, los mezclas y los pasas por un colador para que no queden grumos. Esta acción se llama tamizar la harina. Lo digo por si os lo encontráis por otras webs o programas de cocina. ¡¡Qué bonito es enseñar al que no tiene ni pajolera idea!!
Mezclas todo bien hasta que quede uniforme y lo pones en un molde de horno que tengas preparado de la siguiente forma. Lo has untado con un poco de aceite y le has espolvoreado harina por encima. Se creará así una capa que luego hará que no se pegue al desmoldarlo.
Lo metes en el horno a 180º (¡¡ya precalentado, eh!!) durante 30-40 minutos. Le metes de vez en cuando un cuchillo o un palillo por el centro, y si sale limpio, es que ya está hecho.
Lo desmoldas, dejas que enfríe y... ¡¡A zampar!!
Veis que es supersencilla de hacer (juntar todo y al horno)y de verdad que sale muy muy rica. Ya os digo que cuando vayamos siendo un poco más cocinillas, haremos un frosting y se lo pondremos por encima. Queda muy rica también con coco rallado, pero bueno, por mí como si os la coméis con ketchup y mayonesaza. Las guarreridas que haga cada uno en su casa, que se las quede para él. -Salvo que estén buenas-
Y como siempre, a cocinar, filibusteros, que el mundo se va a acabar.