La ensalada es uno de esos inventos geniales, donde pesar de que en realidad se trata simplemente de presentar vegetales crudos y aderezados con diversos aliños, la mezcla de ingredientes puede alcanzar cotas de auténtico virtuosismo, complementado con el aliño que será lo que dé el carácter propio a cada preparación concreta. Las ensaladas son además una forma ligera y nutritiva de reponer fuerzas, capaz de aportar casi todos los nutrientes necesarios y a la que se puede enriquecer con las proteínas de las que son deficitarios los vegetales añadiendo unos frutos secos, o algún queso fresco, por ejemplo, consiguiendo así un plato completo, y ahora que ya tenemos aquí el calor, refrescante y apetitoso. Así que vamos a alegrarnos la vista y el paladar con una ensalada en la que tan importante resulta el aspecto como el sabor. No es que sea especialmente original, ni lo pretende, pero el añadido de unos nísperos le da un toque muy primaveral, realzado por el aroma de la albahaca.
Ingredientes para cuatro personas.
Dos aguacates
Dos cebolletas
Un pimiento verde
Un pimiento rojo
Dos tomates
Dos endivias
Una bolsa de hojas de lechuga variadas
Cuatro nísperos
Un ramito de albahaca
Dos nueces
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre de manzana
Sal
Pimienta
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La preparación es muy sencilla: lavamos bien las verduras, pelando las que lo necesiten, (los aguacates, las cebolletas, los nísperos a los que además quitaremos las semillas?) y las cortamos en juliana gruesa, excepto las hojas de lechuga que dispondremos en el centro del plato con el resto de los ingredientes alrededor. Haremos una vinagreta machacando en un mortero las nueces (peladas, claro) y dos cucharadas de albahaca picada junto con la sal y la pimienta al gusto, seis cucharadas de aceite de oliva y dos de vinagre de manzana (en esta proporción, en todo caso, si quedara escasa,) batiendo bien para conseguir una buena mezcla. Aliñar la ensalada con esta vinagreta, una pizca sal y un poco de albahaca picada.