En mi afán por acabar con cosas antiguas le llegó el momento a un cubo de dos kilos de Nocilla.
Sí, sí, habéis leído bien. Dos kilos de Nocilla negra.
En su día hubo otro cubo de dos kilos de Nocilla blanca acompañándolo.
De hecho publiqué alguna receta con ella y tengo alguna en borradores a la espera de que le llegue el turno.
Por aquel entonces tanto Lara como mi marido estaban muy in love con estas cremas.
Poco después comenzó a manifestarse la alergia de la niña y se sumó a mi bando.
A ver, no es que a mí la Nocilla no me guste o le tenga alergia, es que tengo con muy poca cantidad porque me empalaga casi sólo con el olor.
Y luego está el tema de las calorías, pero hoy mejor no vamos a contarlas porque saldríamos todos corriendo.
Hace muchísimo tiempo que conocí este brownie, pero puedo prometer que la cantidad de crema de cacao que lleva siempre me ha echado para atrás.
Pero cuando vi aquel cubo tan enorme empadronado en uno de los armarios y ocupando un lugar tan necesario para otras cosas me dije que había que poner el turbo para acabarlo.
Seguramente mi marido no tendría inconveniente en comérselo a cucharadas. Y aunque él ya tiene edad suficiente para tomar sus propias decisiones sabe que no se iba a encontrar con la mejor de mis caras ni siquiera por haber acabado con el cubo y haber dejado el hueco libre en el armario.
El beneficio no iba a compensar el exceso.
Me acordé de esta receta y en un pispás la tenía en el horno.
Tenía varias versiones guardadas y aunque casi todas parecidas ninguna igual, así que tomé de cada una lo que más me gustó.
Soy consciente de que la receta es de por sí contundente, pero los remolinos de la superficie son muy tops y no os aconsejo suprimirlos.
Y el toque de las escamas de sal no es que me haya gustado ¡me ha flipado!
Hace que el brownie sea menos pesado e invita a tomar otro trocito.
¡Todo un peligro! soy consciente de ello, pero os aseguro que es el toque ideal.
Es por eso que he hecho raciones muy chiquititas. Eso y que ha sido mi marido el que se lo ha comido entero menos tres o cuatro trocitos que me han tocado a mí.
Os aseguro que las fotos no le hacen justicia.
El interior es mucho más cremoso y fundente de lo que dejan ver. Y es que estos cuadraditos no hay que masticarlos porque se deshacen en la boca.
Y lleva poca harina. En estos días que está cundiendo el pánico por un posible desabastecimiento de los supermercados por los paros del transporte y la supuesta falta de algunos productos por la guerra de Rusia y Ucrania y una parte de la población se deja llevar por el pánico la harina vuelve a brillar por su ausencia en los estantes de los supermercados, así que tendremos que buscar postres que lleven poca o que directamente no la lleven.
Confesaré que esta situación me está resultando bastante surrealista a la par que un poco difícil de asimilar e imposible de comprender. Supongo que no seré la única.
Volviendo a la receta sólo cabe añadir que para prepararla hace falta únicamente un bol y unas varillas y que en menos de cinco minutos podéis tenerla en el horno ¿acaso se puede pedir algo más?
Espero que os animéis, y si es así ¡que me contéis que os ha parecido! y por supuesto si ya la habéis probado soy toda oídos.
¿Alguien quiere un pedazo?
Ingredientes:
* 350 gramos de Nocilla y unas cucharadas más para la superficie
* 2 huevos
* 100 gramos de harina
* Escamas de sal
Elaboración:
1. En un bol ponemos los huevos junto con 350 gramos de Nocilla y batimos hasta integrar
2. Añadimos la harina y volvemos a mezclar.
3. Forramos con papel de hornear un molde de 20x20 (o un poco más pequeño si lo queremos más alto) y vertemos la mezcla
4. Ponemos algunas cucharaditas de Nocilla en la superficie y con ayuda de un palillo formamos remolinos.
5. Espolvoreamos con escamas de sal e introducimos en el horno precalentado a 180º C
6. Horneamos 20-22 minutos, sacamos y dejamos enfriar.
Tal y como os había prometido es una receta la mar de fácil.
Yo conservé en brownie cortado como veis en un táper que cierra bien y se mantuvo perfecto a temperatura ambiente hasta el último cuadradito.
De todos modos si no os la queréis jugar en el frigorífico se mantendrá igual de bien y no corréis el riesgo de que se ponga malo.
Como es una receta ideal para dar salida a cantidades ingentes de Nocilla (o de Nutella o de cualquier otra crema que tengáis en casa) va para el reto 1+/-100, desperdicio cero de Marisa.
Agradezco vuestras visitas y comentarios cada semana a pesar de que no siempre dispongo de tiempo para devolverlos. Espero que sigáis todos bien ¡y nos leemos el jueves que viene!
Manos a la masa y ¡bon appétit!