Al menos yo la asocio a esta época del año.
Y aunque no soy muy fan de ella (quizá porque las que he probado son de las que se venden en el supermercado) reconozco que en postres me gusta utilizarla y experimentar.
El año pasado llegó a casa un bote en la caja a la que estoy suscrita y estaba dando tumbos por los armarios de la cocina hasta que decidí preparar las natillas que hoy comparto.
Me encanta el caramelo y se me ocurrió que sería un sabor ideal para matizar el de la horchata.
El resultado es bueno.
Bien es cierto que a la primera cucharada sorprende la combinación de ambos sabores pero a medida que vas comiendo te engancha.
A mí me vino de perlas para quitar la botella y como además la hice en robot de cocina me ahorré ensuciar cacharros y las tuve listas en un abrir y cerrar de ojos.
Últimamente estoy muy perezosa para los postres e intento tirar de robot de cocina, aunque si soy totalmente sincera llevo al menos tres fines de semana sin preparar ninguno.
No me da la vida.
Y como no me da la vida con la receta de estas natillas pongo punto y final a mis publicaciones hasta septiembre.
Es la primera vez que me despido tan pronto pero no puedo más.
Por miles de circunstancias ha sido la temporada no diré peor, pero sí más difícil de todas las que llevo al frente del blog.
El año no comenzó bien para nosotros y aunque a estas alturas ha mejorado en parte sigue siendo bastante intenso.
Mañana comienzo mi jornada de verano y estrenando julio comienzan las liquidaciones trimestrales y el impuesto de sociedades y no sé de dónde sacar tiempo para seguir publicando en el blog porque las tardes las quiero dedicar a las peques y a llevarlas a la piscina (si el precio del carburante nos permite el lujo de ir cada día a nuestro club)
De los resultados de mi marido no sabemos nada. Estuvimos el lunes en la revisión y no había llegado el de ninguna de las dos pruebas de las que estábamos pendientes.
Así que no hemos podido ponerle nombre a su dolencia ni saber tampoco si hay algún tratamiento para él.
A mi regreso vendré con noticias frescas.
Por otro lado tampoco tengo tiempo para visitar vuestros blogs y me siento en deuda con vosotros.
Por todo ello hoy cuelgo el cartel de Cerrado por vacaciones con la confianza de volver en Septiembre con ganas y energías renovadas y con algo más de tiempo.
Me he prometido que hasta que me tome vacaciones debo trabajar para tener recetas listas para publicar a la vuelta y que iré visitando vuestros blogs antes de que os vayáis a disfrutar del verano.
Espero conseguirlo.
Hasta mi vuelta espero haber dejado un buen sabor de boca con este postre. Me despido con la firme promesa de regresar y espero encontrarme con todos vosotros entonces.
¿Alguien se apunta a unas natillas de la despedida?
Ingredientes:
* 1 litro de horchata
* 150 gramos de caramelo líquido
* 1 sobre de preparado para natillas (tipo El Niño, Flanin, Potax...)
* 20 gramos de harina de maíz (maicena)
* Galletas tipo María minis
Elaboración:
1. En una jarra ponemos la mitad de la horchata a temperatura ambiente y añadimos el caramelo líquido. Mezclamos hasta que esté disuelto.
2. Incorporamos el sobre de preparado para natillas y la maicena y batimos hasta que estén disueltos.
3. En la jarra del robot de cocina, con la pala (mariposa) puesta ponemos el resto de la horchata y añadimos el contenido de la jarra.
4. Cerramos y programamos 12 minutos, velocidad 3 a 100º C
5. Mientras en la base de los vasitos donde vamos a servir las natillas ponemos un chorreón de caramelo líquido aunque este paso es opcional.
6. Cuando acabe vertemos el contenido de la jarra en los vasitos y decoramos con una galleta.
7. Dejamos templar en la encimera de la cocina y una vez fríos tapamos y pasamos al frigorífico.
La receta se adapta sin problema alguno a la thermomix y también se puede hacer de manera tradicional.
Como es una magnífica receta de aprovechamiento va para el reto 1+/-100, desperdicio cero de mi amiga Marisa como despedida a esta temporada tan rara para mí.
Espero que todos disfrutéis del verano, que seáis felices y os mantengáis sanos. Y sobre todo que nos veamos todos a la vuelta.
Felices vacaciones y gracias por acompañarme durante todo este tiempo.
Manos a la masa y ¡bon appétit!