Este budín no es dulce, es mas bien neutro, con un ligero dulzor; que lo hace perfecto para comer en el desayuno, acompañado de queso, jamón o alguna mermelada.
En medio de la pandemia por el COVID-19, se hace difícil acceder a una gran variedad de alimentos. Bien porque hay escasez en muchas regiones del mundo, porque no estamos produciendo ingresos suficientes para costear largas listas de mercado y porque NO DEBEMOS salir de casa. Asi que hay que sacar el mejor provecho a los alimentos que tenemos y evitar a toda costa que se nos queden frutas y verduras en el fondo de la nevera y se dañen.
Con recetas como la de este budín, podemos aprovechar trozos de zanahoria, auyama (calabaza), o calabacín (zucchini), cambur (banana), manzana o cualquier otra fruta que queramos incorporar a la receta, variando así su sabor y textura. Esto nos brinda la oportunidad de experimentar y de tener platos variados, con una base común. Según lo que le pongas, siempre vas a tener un budín diferente que no te va a aburrir.
Así que te invito a que prepares esta receta rica y fácil, perfecta para el desayuno, merienda o una cena ligera con un té o café.
INGREDIENTES
100 gramos de harina de avena (para hacerla basta colocar en la licuadora o procesador de alimentos la avena en hojuelas y procesarla hasta obtener un polvo fino. Luego se pasa por un colador y se elimina algun trozo de fibra gruesa que haya podido quedar al molerla)
50 gr de harina de arroz (yo utilicé crema de arroz MARY en polvo, de la que se consigue en cualquier supermercado. Si no se tiene en casa, puede sustituirse por fécula de maíz o maicena. Puede usarse cualqueir otro almidón -papa, yuca – que se tenga en casa)
1/2 cdta de goma xantana (la goma xantana es un espesante natural que se usa en recetas sin gluten para que los ingredientes puedan unirse. No se preocupen, quien no la tenga en casa, simplemente reste a la harina de avena 10 gr y coloque 10 gr mas de harina de arroz, o maicena o almidón)
3 huevos medianos
100 gr de aceite vegetal (soya, girasol o canola)
1 cdta colmada de canela en polvo
1/2 cdta de clavos de olor molidos (puedes usar culquier otra especia que te guste y tengas)
1/4 cdta de pimienta guayabita (sustituible)
una pizca de nuez moscada
1/2 cdta de sal
2 sobres de Stevia (sustituibles por 1 cda de miel o de papelón [panela] molido)
1 taza de zanahoria rallada (puedes usar auyama [calabaza] o calabacín [zucchini[ rallado y bien exprimido)
50 gr de cambur (banana) (puede usarse pure de manzana asada)
1 cdta de polvo leudante o polvo para hornear
1/2 cdta de bicarbonato de sodio
1/2 taza de te negro o café negro
PREPARACIÓN:
Precalentar el horno a 180°C
Engrasar el molde para budín o pan o el molde elegido. Colocar el en fondo papel encerado.
En media taza de agua caliente, colocar una bolsa de te negro y dejar infusionar por 5 minutos. Retirar la bolsa y dejar reposar. Si se va a usar café negro, preparar un café fuerte y dejar que se enfríe.
En un bowl cernir con un colador la harina de avena, la harina de arroz o almidón, el polvo de hornear, el bicarbonato y la goma xantana (si se usa). Incorporar al cernido la sal, especias molidas, la Stevia o endulzante en polvo.
Mezclar bien todos los secos y añadir la zanahoria rallada.
En la licuadora colocar los tres huevos y batir a velocidad media. Una vez que aumenten su volumen, incorporar el aceite y seguir batiendo. Añadir el cambur (banana) o pure de manzana y licuar hasta obtener una crema blanca y gruesa.
Incorporar al bowl de los secos el batido de la licuadora. Mezclar todo con una espátula, sin batir o sobre mezclar.
Añadir el té o el café y terminar de mezclar de forma homogénea.
Colcocar la mezcla en el molde preparado y llevar al horno. Hornear aproximadamente 25 minutos. Eso dependerá de cada horno. Lo mejor es al sentir el olor en la cocina, abrir un poco el horno y pinchar con un palito en el centro del budin. Si sale seco ya esta listo.
Dejar reposar en el molde y luego desmoldar con cuidado. Enfriar y colocarlo en un recipiente hermetico. A partir del día siguiente debe mantenerse guardado en la nevera.
Fuente: este post proviene de Mariana Martínez. Cocina y Casa, donde puedes consultar el contenido original.
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