¡Que me gusta el hojaldre! Me parece tan fácil de trabajar y está bueno con cualquier cosita...
Estos "buñuelos" son en realidad porciones de hojaldre que al hornear se inflan. Son más ligeros que los fritos, claro que hay que rellenarlos, porque a secas son algo sosos, pero están tan buenos y te sacan de apuro en un rato si te aparecen invitados de improviso o si estás de antojo, porque los puedes rellenar de otras cosas, como mermelada, dulce de leche, crema de cacao y por supuesto, si tienes tiempo para prepararla, con crema pastelera.
INGREDIENTES:
Una plancha de hojaldre.
Crema pastelera. (100 gr de azúcar, 3 huevos, ½ litro de leche, 35 gr de maicena, una cucharadita de azúcar vainillado)
Dulce de leche.
Azúcar glass.
PREPARACIÓN:
Preparamos la crema pastelera poniendo todos los ingredientes en el vaso y programando 7 minutos, 90º, velocidad 4. Al acabar dejamos enfriar dentro de una manga pastelera con una boquilla fina.
Precalentamos el horno a 180º mientras preparamos el hojaldre.
Lo estiramos y con un cortapasta de la forma que queramos, cortamos porciones.
Las pintamos con huevo batido y las horneamos unos 15 minutos, con calor arriba y abajo. Sacamos cuando veamos los buñuelos inflados y dorados.
Los dejamos enfriar en una rejilla y con cuidado hacemos un pequeño corte en un lateral para introducir, con la manga la crema pastelera o el dulce de leche.
Espolvoreamos con azúcar glass.
Vamos a preparar la crema pastelera, en la thermomix se hace en un rato y está buenísima. Todos los ingredientes juntos y a cocinar.
Ya está hecha, cremosa y espesita, ¡a mi me encanta!
La guardamos en una manga pastelera hasta que se enfrie. Yo uso estos recipientes de la marca Lekue que trae varias boquillas distintas y se cierra con tapa.
Con un cortador de la forma que tengamos, o con un vaso, hacemos porciones en el hojaldre estirado.
Yo he usado diversas formas, este de flor.
Los ponemos en la bandeja de horno, sobre papel de hornear y pintamos con huevo batido.
¿Veis? he usado formas distintas. Horneamos hasta que estén dorados e inflados. Tardan unos 15 minutos.
Y una vez horneados dejamos que se enfríen sobre una rejilla.
Con un cuchillo de punta, hacemos un pequeño corte en un lateral.
Y con una boquilla estrecha los rellenamos de la crema pastelera.
Ya están rellenos.
Y por último espolvoreamos azúcar glass con un colador.
¡No me digáis que no os apetecen!
Y este con dulce de leche... ¡Ay que me gusta como chorrea!
Son bocaditos pequeños, de los que no te pesan comer un par de ellos, si es que puedes parar.
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