La morcilla en caldera que he utilizado es de la carnicería de mis amigos J.Madrid Muñóz e hijos de Úbeda que para su elaboración usan una receta milenaria. Sus ingredientes son naturales y de alta calidad, y esta elaborada con manteca de cerdo, arroz, cebolla, sangre de cerdo y especias, tales como pimentón dulce y pimienta negra.
La morcilla de “La carnicería Madrid” (como aquí le llamamos), mantiene sus orígenes en la matanza del cerdo de los pueblos de Jaén de allá por el siglo XVI. Sin embargo, y a pesar de los siglos de antigüedad, este producto sigue destacando por su método de asado en caldera (de ahí su nombre)
Si sois de España, podéis comprar la morcilla en caldera para hacer esta receta en la tienda ONLINE de mi carnicería (aquí). Aunque también se puede hacer esta receta sacando una morcilla normal de una tripa (usando sólo la masa o el ajo). Al final de esta receta os dejo cómo hacer los buñuelos con morcilla en caldera en vídeo para que os resulte más fácil.
También podéis preparar estos buñuelos de morcilla en caldera para congelar. Simplemente quédate en el paso 6 y mételos en una bolsa especial para congelar antes de freírlos, así el día que quieras ser todo un Masterchef, solo tienes que sacarlos de la bolsa y freírlos.
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Buñuelos de morcilla en caldera de Úbeda
Una deliciosa receta de buñuelos con morcilla de Jaén
Plato Tapas
Cocina Andaluza
Raciones 12 buñuelos
Autor Conxy Gastroandalusi
Ingredientes
500 g de morcilla en caldera 1 tarrina
210 g de harina de trigo
120 ml aceite de oliva virgen extra o g. de mantequilla
175 ml de agua
75 ml de leche
3 huevos
sal
Aceite de oliva virgen extra para freír
Elaboración paso a paso
Freímos la morcilla en caldera. Cuando esté frita escurrimos la grasa sobrante y la metemos en el frigorífico para que se solidifique.
En un cazo al fuego ponemos el agua, la leche, la sal y el aceite de oliva virgen extra. Cuando se caliente retiramos del fuego, y vertemos la harina de golpe, removiendo enérgicamente con una cuchara de madera hasta que se forme una masa que se despega de las paredes del cazo.
Pasamos la masa al recipiente del robot o a un bol y removemos con la pala mezcladora o varillas de amasar hasta que la masa se enfrié. Si no tenéis robot, lo podéis hacer a mano con la cuchara de madera. Es muy importante trabajar la masa con la pala hasta que esté fría.
A continuación vamos a incorporar los huevos uno a uno sin parar de remover hasta que se integren perfectamente y nos quede una masa cremosa y ligeramente espesa. Volvemos a amasar con las varillas. Reservamos.
Sacamos la morcilla de la nevera y con ayuda de una cuchara, hacemos bolas con la mano y vamos reservando estas bolitas en un plato. Una vez listas todas pasamos al siguiente paso.
Como la masa es bastante espesa, y vamos a formar los buñuelos con la mano, para que nos salgan los buñuelos bien redondos, nos vamos a engrasar las manos ligeramente con un poco de aceite de oliva. Cogemos un poco de masa, la aplastamos en nuestra mano y ponemos la bolita de morcilla en caldera en el centro. Cerramos la masa y le volvemos a dar forma de bola con las manos. Las vamos reservando una por una.
Freír los buñuelos de morcilla en caldera
En una freidora o cazo, ponemos aceite de oliva virgen extra. El aceite debe estar lo suficientemente caliente para que la bolita de masa flote y no se vaya al fondo de la cacerola y se pegue. Vamos depositando de cuatro en cuatro, (o de 2 en 2 dependiendo del tamaño de la cacerola) no pongáis demasiadas bolitas, ya que a medida que se van friendo, se hinchan bastante.
Normalmente se van dando la vuelta solos a medida que se van dorando, y si no, les vamos dando la vuelta con una espumadera.
Vamos retirando los buñuelos y depositándolos sobre un papel absorbente. ¡listas para disfrutar!