El cacao es el ingrediente indispensable para la elaboración del vicio de muchos: el chocolate. Como a otros, me encanta el chocolate amargo y de sabores intensos pero según tu preferencia, puede ser más dulce y cremoso. Te invito a leer más sobre el cacao, desde sus raíces, historia y aplicaciones hasta los tipos de chocolates que terminan en nuestro paladar.
Los países ubicados en la línea del Ecuador o cercanos a este son los países que reúnen las condiciones adecuadas para el crecimiento del cacao, posicionando a Costa de Marfil, Camerún y Ghana como los principales productores en África. México, Ecuador, Colombia, Brasil y República Dominicana en América e Indonesia, Malasia y Papúa Nueva Guinea en Asia y Oceanía.
Este fruto lo tenemos del árbol de cacao, el cual produce de 40 a 60 habas anuales. Después de ser arrancadas del árbol se debe partir la coraza para poder liberar los granos, que se encuentran envueltos en una pulpa de color blanco que le otorga un sabor exótico y tropical.
Seguidamente se les da un tratamiento a las semillas, aprovechando al máximo su olor y sabor al tostarlos tal y como se hace con los granos de café. Y finalmente se trituran, para mezclarlos con diferentes especias y otros ingredientes para crear toda la diversidad de chocolates que hoy conocemos.
El cacao a lo largo de la historia ha sido usado como forma de pago, en bebidas y en comidas que no necesariamente deben ser dulces. Un ejemplo de esto es en la famosa salsa mexicana: el mole.
El mole puede ser o dulce o picante, incluso puede tener ambos sabores al mismo tiempo. El chocolate semi-amargo que se emplea para su elaboración es uno de los ingredientes estrella que ha quedado como herencia en la gastronomía mexicana desde su invención en los tiempos precolombinos.
En las culturas Mesoamericanas el uso del cacao como una bebida ya se empleaba. Los mayas, olmecas y mexicas usaban la fermentación de los granos y se le acompañaba con diferentes especias como el chile (ají) y era una bebida reservada para la clase alta.
El momento en el que se agregó azúcar al cacao es incierto, muchos afirman que tal mezcla sucedió en México. Mientras que otros afirman que no sucedió esto si no hasta que llegó a Europa. El sabor amargo y algunas veces picante no era el favorito de los europeos y, en vez de colocarle pimienta o picante, optaron por agregar azúcar.
Ahora, hablando de los países que no cultivan cacao alguno, pero sí fabrican chocolates de primera calidad están: Suiza, Alemania, Francia, España y Bélgica, que son los países más reconocidos en la producción de este oro líquido. Pues cuando el chocolate llegó a Europa, llegó para quedarse.
En la forma artesanal de elaborar el chocolate para beber, se emplea el molinillo. Instrumento que hasta la fecha, a pesar de los avances en la tecnología como el uso de la licuadora, en muchos lugares de México se sigue empleando. El chocolate, acompañado de varias especias, suele venderse en bloques duros que deben deshacerse con el calor de la leche o agua, ayudado con el molinillo.
El consumo tanto del cacao y chocolate no hace más que ir en aumento. La ingesta de cacao ha sido recomendada ya que está lleno de beneficios para la salud y no solo eso, pues también se aplica mucho a productos de belleza.
Si quieres saber más de la historia del cacao, te invito a leer esta nota que nuestros compañeros hicieron en una extensa investigación del cacao en México en la cual podrás encontrar datos interesantes, desde las antiguas civilizaciones hasta el impacto económico hasta nuestros días. En cambio, si tu interés se centra más en el chocolate, esta nota te mostrará los tipos más comunes de chocolate: desde el chocolate blanco hasta el tipo de temperado que llevan.