DIFICULTAD: Fácil.
TIEMPO DE PREPARACIÓN: 20 minutos.
INGREDIENTES PARA CUATRO PERSONAS:
- Un calabacín no demasiado grande.
- Tres huevos.
- Ocho cucharadas de harina.
- Tres cucharadas de leche.
- Una pastilla de caldo de verduras.
- Aceite.
- Pimienta molida y cebolla en polvo (opcional).
PREPARACIÓN:
Empezamos partiendo el calabacín (sin pelar) en rodajas finas. También podéis hacerlo en tiras sin os gusta más.
En un tazón grande echamos los huevos, el harina y la leche. Con un rallador migamos bien la pastilla de caldo de verduras. También se puede hacer con caldo de pollo, de carne... pero creo que le pega más el sabor de las verduras. Eso nos va a servir para salar el calabacín lo suficiente como para no tener que echar más sal al plato. Si queremos, también se le puede añadir un poquito de pimienta molida y cebolla en polvo.
Con la ayuda de una varilla removemos bien la mezcla hasta conseguir una masa líquida pero sin grumos.
Una vez listo el rebozado ya solo falta echar abundante aceite en una sartén y ponerlo a fuego fuerte. Introducimos las rodajas de calabacín en la masa, las embadurnamos bien para que quede gran cantidad de rebozado y las echamos en la sartén cuando el aceite esté bien caliente. Es importante que así sea para que nos quede bien crujiente y doradito por fuera sin pasar demasiado el calabacín.
Cuando esté frito, lo sacamos a un plato con papel de cocina y dejamos que repose un poquito para quitarle todo el aceite sobrante y no dejarlo tan grasiento.
¿Qué os parece la receta? Como veis es sencilla, pero el toque de la leche y la pastilla de caldo hace que el sabor sea completamente distinto y, para mi gusto, mucho más rico y jugoso que el de un simple rebozado. Esta forma de preparar el calabacín se puede usar también para cualquier otro tipo de platos rebozados,así que probadlo... y que os aproveche! Mi hermana me ha dicho que mañana la prueba, así que esperemos que deje un comentario en el blog!