¡Que ricos quedan estos calamares a la plancha! Se hacen en un ratito y están super buenos. Con el aliño de ajo y perejil, que le da un gusto y un toque muy de verano.
Y ya no es verano, oficialmente, pero el tiempo parece no saberlo y aún disfrutamos, al menos en el sur, de unas temperaturas propias de agosto, por lo que este tipo de recetas siguen siendo muy apetecibles.
INGREDIENTES:
10 calamares frescos
1/2 limón
1 diente de ajo
unas hojas de perejil
sal y aceite de oliva virgen
PREPARACIÓN:
Lo más entretenido del plato es limpiar los calamares, y en realidad no se tarda tanto. Le quitamos la cabeza y la pluma (esa barrita rigida que hay en el interior), quitamos la piel tirando desde arriba hasta la punta y si queremos le quitamos la aleta inferior. Yo se la quito. Solo nos queda lavarlos bien por dentro y por fuera y secarlos con papel absorbente.
Preparamos el aliño machacando un diente de ajo, con un pellizco de sal y las hojitas de perejil picado. Lo majamos bien, le añadimos el zumo de medio limón y aceite hasta cubrirlo.
Ponemos una sartén o plancha antiadherente con un poco de aceite. A fuego vivo. Colocamos los calamares y dejamos que se vayan haciendo primero por un lado y cuando estén dorados por el otro. Unos diez o quince minutos. Notaréis que suelta mucha agua. Seguimos con el fuego fuerte, pero yo retiro los calamares un momentín y escurro el agua. Luego vuelvo a poner los calamares.
Los servimos con el aliño de ajo y perejil por encima.
Hacemos un majado en el mortero de ajo, sal y perejil picado.
Le añadimos aceite y zumo de limón hasta cubrir. Reservamos el aliño.
Limpiamos y lavamos los calamares. Los secamos muy bien.
Ponemos una sartén a fuego fuerte y cocinamos los calamares hasta que estén dorados.
Los servimos con el aliño por encima.
Sobre una cama de lechuga es un plato ideal.