Ya os puse el primer plato del día de Navidad, ahora os pongo el segundo, bueno, una primera parte. En Catalunya los canelones son típicos del día de San Esteban. Es una manera de aprovechar la carne que ha sobrado de la sopa del día anterior. Pero en mi casa eso ha degenerado en que el día de Navidad se come la sopa de primero y los canelones de segundo, evidentemente no con la carne de la sopa, si no con otra. La carne de la sopa no me preocupa demasiado. La que sobra la junto al caldo que también me ha sobrado y a los garbanzos que han quedado y Gorka se lo come de maravilla.
Ingredientes:
250g de higados de pollo 300g de carne magra 300g de pechuga de pollo 1 cebolla 1 cajas de canelones Un chorrito de Oporto Bechamel Queso rallado Preparación:
Si tenemos la carne sin triturar, la trituraremos y la mezclaremos bien.
Ponemos a pochar la cebolla cortada pequeñita. Cuando esté lista, le añadimos la carne, salamos y dejamos que se vaya haciendo. Mientras preparamos la bechamel. Esta vez he hecho dos diferentes, una para ligar la carne, con un chorrito de Oporto y otra para ponerla por encima de los canelones. Pero si queréis podéis hacer una sola que os sirva para las dos cosas.
Cuando la carne esté hecha, le añadís bechamel hasta que ligue. Separáis del fuego.
Hervimos las placas de los canelones según las instrucciones y las ponéis sobre un trapo. Vamos poniéndoles montoncitos de carne y cerrando los canelones.
Pintamos con mantequilla la bandeja de horno y vamos poniendo los canelones ya cerrados. Les echamos la bechamel por encima y los gratinamos.
Notas:
En realidad, sale más de una caja de canelones, pero yo guardo la carne que me sobra y la utilizo para hacer otro día más canelones, para la pasta o para ponerle por encima bechamel y gratinarla sin pasta.