Vamos con la segunda parte del segundo plato del día de Navidad. Como no podía ser de otra manera, canelones, pero estos de pescado. Para que os voy a mentir, me salen bueniiiisimos, y como podéis ver no tengo abuela, aunque os aseguro que le encantarían. Probadlos, son muy sencillos de hacer y desaparecen como por arte de magia.
Ingredientes:
Todo el pescado es congelado.
4 filetes de merluza 2 filetes de Halibut 3 rodajas de rosada 1 filete de bacalao desalado (también congelado) 5 rodajas de rape Gambitas peladas 1 taza de vino blanco 1 taza de agua El zumo de 1 limón Mejillones Bechamel 1 caja de canelones Queso rallado Preparación:
Ponemos a descongelar el pescado la noche de antes en la rejilla del horno, para que no esté nadando sobre el agua que desprende.
Por la mañana lo pasamos a la bandeja del horno y le ponemos por encima el vaso de vino, el de agua y el zumo del limón y lo metemos al horno a media altura y con los dos fuegos, hasta que veamos que el agua empieza a hacer burbujitas. Lo retiramos del fuego y dejamos que se enfríe. Mientras, abrimos los mejillones al vapor, colamos y reservamos el caldo que hayan soltado.
Las gambas las freímos con un ajo.
Picamos finamente los mejillones y las gambas. Desmenuzamos el pescado y lo mezclamos bien junto a las gambas y los mejillones.
Hacemos una bechamel con el caldo que ha quedado de la cocción del pescado y el de los mejillones. Es decir en lugar de añadirle leche le añadimos este caldo. Salamos y la añadimos al pescado para que ligue.
Cocemos las placas de los canelones, las ponemos en un paño y vamos poniéndoles montoncitos de pescado. Los cerramos, los ponemos en la bandeja de horno previamente engrasada, hacemos una bechamel normal y se la tiramos por encima, espolvoreamos con queso rallado y gratinamos.
Notas:
A la bechamel que hacemos para poner por encima de los canelones ya cerrados también le podemos poner un poco del caldo de pescado, pero no mucho.
Es conveniente que antes de salar la mezcla de pescado la probemos, tened en cuenta que hemos echado el bacalao y cabe la posibilidad de que estuviera salado. Si no, salar la mezcla antes de añadir la bechamel y en caso de que no acabe de coger la sal, añadirla en la misma bechamel.