Sí, sí… es la mejor tarta de zanahoria que he comido y la que tú vas a comer si te decides a hacerla. Estoy segurísima. Eso sí, corres el riesgo de que la tengas que repetir varios fines de semana porque te lo van a pedir y suplicar.
En mi casa los cumpleañeros eligen la tarta que quieren para su fiestecilla y este año no me pude librar. Hasta ahora me daba mucha pereza lo del frosting pensando que quedaría muy empalagoso o que se pondría malo si no se consumía en el momento, así que solo hacía la parte del bizcocho para desayunar… ¡Qué equivocada estaba! Como mejor está es reposada de un día para otro y así fresquita para desayunar es “bocatto di cardinale”.
Otra de las ventajas que tiene es que es muy fácil de hacer y el acabado no tiene que quedar muy profesional, en plan rústico está más auténtica. Creo que usar panela también es un punto diferenciador, el sabor que le da queda más acorde con la verdadera tarta americana aunque según he leído por Internet el origen de esta tarta es inglés y surge durante la Segunda Guerra Mundial debido a los problemas de racionamiento. Americanos o ingleses, tanto me da que me da lo mismo, os agradezco enormemente esta aportación que habéis hecho a la humanidad.
Ingredientes
Bizcocho
– 280 gr. de azúcar
– Ralladura de una naranja
– 400 gr. de zanahoria pelada y en trozos
– 4 huevos
– 240 gr. de aceite de girasol
– 250 gr. de harina de espelta blanca (imagino que con integral quedará buena también)
– 2 cucharaditas rasas de bicarbonato
– 2 cucharaditas rasas de levadura química
– 1 cucharadita y media de canela
– 1/2 cucharadita de nuez moscada
– 1/4 cucharadita de sal
– 100 gr. de nueces en trozos
Cobertura
– 50 gr. de panela
– 80 gr. de chocolate blanco en trozos especial para fundir
– 50 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
– 300 gr. de queso cremoso
– 30 gr. de zumo de naranja
Modus Operandi
1) Con Thermomix poner las zanahorias y trocear 5 seg. V. 5. Sin ella triturar en un procesador de alimentos cualquiera o picadora. También lo puedes hacer con un rallador aunque tardarás un poco más y harás brazo.
2) Añadir el resto de ingredientes del bizcocho y mezclar 30 seg. V.5, con una batidora, o a mano con varillas. Cuando esté todo integrado agregar las nueces en trozos para que nos las encontremos en el bizcocho.
3) Engrasar un molde, el mío es uno de 26 cm., y verter la mezcla. Hornear a 180º unos 60 minutos. Es complicado encontrarle el punto porque tiene que quedar un bizcocho un poco húmedo pero firme. Yo al primero le tuve que cortar lo del centro porque me quedó sin hacer y dejar la tarta tipo rosco o dónut gigante. Aquí dejo la idea por si a alguien le pasa. Pero mejor ir probando con algo punzante y cuando salga seco sacar del horno.
4) Mientras se enfría hacemos la cobertura. El chocolate blanco lo ponemos en el vaso de la Thermomix y trituramos 8 seg. V.8. De manera tradicional fundir el chocolate al baño maría con la mantequilla y cuando estén líquidos añadir a los otros ingredientes (queso, zumo y panela que tendremos ya mezclados en un bol) en integrar hasta obtener una crema.
5) Añadimos la mantequilla y se programa 1 minuto/50º/V. 3.
6) Se incorpora el queso, el zumo y la panela y programar 30 seg. V.3. Ya tenemos la cobertura.
7) Abrimos el bizcocho por la mitad y untamos con parte de la cobertura de queso. Ponemos la parte de arriba y terminamos de extender la cobertura cubriendo toda la tarta. Yo le suelo poner unas lascas de chocolate blanco por encima pero si no tienes no pasa nada.
Y ha llegado el momento de añadir a la lista de música #comesintrigoybailarás a otro de mis mitos de adolescencia. Madonna siempre ha estado presente en mi vida, de hecho mi primera carpeta del cole que recuerdo es una en la que tenía en la portada una foto de ella con este look ochentero que me va de perlas. Soy excesiva para todo, qué le vamos a hacer…