Es cierto que ya la podemos encontrar en los supermercados hecha, y su elaboración es un poco entretenida, ya que hay que hacerla a fuego lento durante unos 50 minutos. Si lo hacemos con el fuego muy fuerte, corremos el riesgo de que nos queden crudas y más duras.
Pero para esos días en los que estemos inspirados, podemos probar a hacerla nosotros mismos, que siempre le podemos dar nuestro toque personal y además nos evitamos los conservantes, estabilizantes y resto de elementos que se le añaden para su conservación.
Aunque ya os la expliqué en la receta de la Empanada de ternera y cebolla caramelizada, o en la Coca de queso de cabra y cebolla, hoy hago una entrada aparte para esta receta, así la podréis localizar mejor.
A mí me encanta con el queso de cabra, creo que es una combinación maravillosa, y para acompañar carnes asadas es una auténtica delicia.
Así que espero que la hagáis y la combinéis con lo que se os antoje, veréis qué rica está.
Así que pasamos a la receta.....
Ingredientes:
1 kilo de cebolla
4 cucharadas de azúcar moreno (o normal)
2 cucharadas de vinagre (de Jerez, a ser posible)
Aceite de oliva
1. - Troceamos la cebolla en juliana, o finas tiras.
2. - Las ponemos en una cacerola con un poco de aceite, a fuego medio bajo, removiendo de vez en cuando, para que queden bien blanditas.
3. - Una vez están transparentes y tiernas, unos 40 minutos, le añadimos las cucharadas de azúcar y lo removemos.
4. - Dejamos unos diez minutos más y en ese momento le añadimos el vinagre, removemos y dejamos 5 minutos más.
Y ya está lista!!!!
Tierna, jugosa y deliciosa!!!!!
Y a combinarla con lo que queramos!!!!!