Aunque parece que la tendencia es a la alta todavía estamos al comienzo del camino ya que de momento no ocurra con la cerveza lo mismo que en el mundo vitivinícola, donde nadie concibe que se pueda llamar vino a algo que tiene un treinta por ciento de uva y que el resto sean azúcares procedentes de otras fuentes.
Los pioneros en este sentido los hermanos Adrián y Mateo Sanz De Santos propietarios de la cervecera San Frutos, afirman que al igual que con el vino la cerveza tiene mucho recorrido en el mercado y que esto no ha hecho más que empezar.
Diferencias entre la producción artesanal y la producción de cerveza convencional
Los ingredientes empleados y los aromas marcan la diferencia. Las grandes empresas intentan abaratar costes, hacer cerveza muy barata y vender mucha cantidad, mientras que los pequeños buscan la calidad y el sabor.
La cercanía con la gente, la transparencia en los procesos de producción o el hecho de no someter los caldos alcohólicos a ningún tipo de pasteurización para alargar su vida útil, también contribuyen a dar valor al producto final, pero a su vez hacen que sea entre ochenta céntimos y un euro más caro el botellín que las marcas tradicionales.
Las grandes empresas invierten nueve céntimos en producir un litro de cerveza, mientras que los procesos, ingredientes y nivel de producción de las microcerveceras implica precios que superan los noventa céntimos el litro.
En países como EEUU la cerveza artesana alcanza cotas de mercado del quince por ciento, en Italia supone un dos por ciento, mientras que en España a penas llega al 0,1 del total de la cerveza que se fabrica.
Principales marcas en Segovia
Octavo Arte en Segovia, San Frutos en Hontoria, Goose en La Granja de San Ildefonso, Alea Jacta en Carbonero el Mayor, Veer en Sebúlcor, HanselbieR en Nieva, Bernuy en Bernuy de Porreros y Baixer en Tizneros, son las ocho "microcerveceras" que han llegado a Segovia desde finales de 2008 y lo han hecho para quedarse.
*Fuente: agencia de noticias EFE