¡20!
¿Y que toca?
¡Desafío!
¡Si! Pero este no es un mes cualquiera, este es el mes del tercer aniversario y como no podía ser de otra manera, tenemos un desafío especial para celebrarlo. ¿Cual es la mejor manera de celebrar un cumpleaños? Una tarta, pero no una tarta cualquiera. El reto para este mes es....una charlotta.
¡Bien! ¿Porqué? Porque adoro las tartas de queso y las mousses. Y para el que no lo sepa, esta tarta con bizcochos y algún tipo de crema (mousse, crema bavaroise...) y normalmente fruta, aunque también se puede hacer de chocolate.
Como con este tipo de postres estoy en mi salsa, no me he limitado a buscar una receta con buena pinta y copiarla, sino que he ido improvisando con los ingredientes que más me gustan. Este tipo de tartas se suelen hacer con bizcochos de soletilla, pero a mi me gusta más una base crujiente. Así que he utilizado bizcochos de huevo. El interior está formado por una mousse de pistacho cubierto de una mousse de yogur y frambuesa. He hecho dos versiones, una grande cubierta de mermelada de fresas y otra más pequeña cubierta de frutos rojos. Las dos para no dejar ni las migas
Ingredientes para un molde de 20cm
Para la base
Un paquete de bizcochosPara la mousse de pistachos
200ml de nata (crema de leche)
2 yemas
40g de azúcar
2 hojas de gelatina
40g de pistachos peladosPara la mousse de yogur y frambuesas
400g de frambuesas
250g de yogur griego natural sin azucar (2 yogures normales)
100g de azucar
6 láminas de gelatina
2 claras de huevoPasos
En primer lugar vamos a hacer la mousse de pistachos. los blanquemos en agua hirviendo (1 minuto aproximadamente). Esto ayudará a pelarlos fácilmente. Los refrescamos en agua fría y los pelamos. A continuación pasarlos por una picadora o robort de cocina. Si queremos ahorrar este paso se puede comprar pasta de pistacho, pero para mi la casera es mucho más rica
En un bol mezclamos el azúcar con las yemas. En un cazo ponemos a calentar la nata (crema de leche) sin que llegue a hervir. Cuando esté caliente añadimos la mezcla de yemas y azucar y dejamos al fuego unos 3 minutos removiendo de vez en cuando. Disolvemos las hojas de gelatina y removemos bien. Es muy importante que la mezcla esté caliente pero que no hierva. Cuando la gelatina esté bien disuelta añadimos la pasta de pistacho y removemos.
A continuación forrar un molde de unos 10cm con film transparente. Yo utilicé un aro de emplatar. Verter la mezcla de pistacho en el molde y meter en la nevera hasta que cuaje, unas 5 horas.
Para hacer la mousse de frambuesa, la de pistacho debe de haber cuajado. Ponemos las láminas de gelatina a remojo. Trituramos las frambuesas con una batidora o un procesador de alimentos.
En un cuenco ponemos el yogur con la mitad del azúcar. Removemos bien y añadimos el puré de frambuesa. Removemos otra vez hasta tener todos los ingredientes bien integrados.
Escurrimos las hojas de gelatina y las ponemos en un cazo a calentar con dos cucharadas de agua. Es muy importante controlar que la gelatina se disuelva pero que no llegue a hervir. Una vez que la gelatina esté perfectamente disuelta, la dejamos templar unos minutos y la añadimos a la mezcla de yogur y frambuesas
Dejar en la nevera mientras montamos las claras a pinto de nieve. Poner las claras en un cuenco y con ayuda de unas varillas o un robot de cocina comenzamos a montarlas. Batimos a velocidad media hasta que comiencen a tener un aspecto espumoso. A continuación agregamos el resto del azúcar y batimos hasta que las claras formen picos.
Agregamos las claras a la mezcla de frambuesas y removemos con ayuda de una espátula, realizando movimientos envolventes hasta obtener una mezcla homogénea.
Para el montaje forramos un molde de aluminio de 20cm con film transparente. Cubrimos la base del molde con biscochos. Desmoldamos la mousse de pistachos y la colocamos en el centro del molde. A continuación cubrimos el resto del molde con la crema de frambuesas.
Metemos en el frigorífico hasta que cuaje, unas 5 o 6 horas. Desmoldamos con cuidado y pasamos la tarta a un plato. Yo la paso ayudándome con el film que cubre la base del molde y una vez que está en el plato, quito el plástico con cuidado de no romper la base.
A continuación cubrimos los laterales de la tarta con más bizcochos. Si son muy largos, los cortamos a la altura de la tarta. Por último la cubrimos con mermelada de fresas y la adornamos con fresas en rodajas.
También hice una versión mini, utilizando un cortador de galletas para la mousse de pistacho y el aro de emplatar para la Mouse de frambuesas. En vez de cubrirla con mermelada de fresas, lo hice con frutos rojos. Las dos están buenísimas pero como me encanta la mezcla de dulce y ácido, casi me quedaría con la segunda. ¡Probad vuestra propia decoración y a disfrutar de este riquísimo postre!
No olvideis visitar el resto de propuestas del desafío. ¡Seguro que vais a querer probarlos todos!