Es de sabor suave y sumamente cremosa, cada trocito que pruebas se funde en la boca. Y a pesar de todo no resulta empalagosa ni empachante. Si no eres muy chocolatero también te va a gustar esta tarta precisamente porque no empalaga.
La base de galletas proporciona un contraste crujiente muy agradable. En esta receta he empleado galletas digestive, pero también puedes sustituirlas por galletas de chocolate si deseas un sabor más intenso a chocolate.
Y en cuanto al glaseado espejo de chocolate la verdad es que luce mucho, queda muy bonito y no es difícil de preparar en absoluto.
¿Sabes qué es lo segundo mejor (lo primero es lo buena que está ) de preparar este cheesecake de chocolate negro? Lo fácil que resulta hacerlo y los buenísimos resultados que obtienes. Si quieres dejar boquiabiertos a tus invitados esta es tu tarta.
UTENSILIOS QUE VAS A NECESITAR
Báscula de cocina.
Picadora o similar o bolsa zip de plástico y rodillo.
Cucharas medidoras.
Cazo y cuenco.
Robot de cocina con accesorio pala o batidora de varillas.
Tamiz o colador.
Espátulas.
Molde redondo desmontable de 23 cm.
Papel de horno.
Pincel de silicona.
Termómetro de horno (opcional)
Rejilla enfriadora.
Cuchillo.
Batidora.
Termómetro de cocina (opcional ).
Varillas.
Cheesecake de chocolate negro con glaseado espejo
Cheesecake de chocolate negro suave y cremoso con el que dejarás boquiabiertos a tus comensales
TARTA
250 gr galletas (digestive)
2 cucharadas azúcar
75 gr mantequilla (derretida)
170 gr chocolate negro (de cobertura)
680 gr queso crema
225 gr azúcar
3 huevos
120 gr nata (crema de leche) (fresca)
3 cucharadas harina
2 cucharaditas extracto o pasta de vainilla
1 pizca aceite o espray (para pincelar el molde)
GLASEADO ESPEJO
100 ml nata (crema de leche) (líquida)
150 gr azúcar
120 ml agua
50 gr cacao en polvo
5 gr gelatina
TARTA
Picamos bien las galletas, en el caso de que no dispongas de picadora, un método fácil y efectivo consiste en meter las galletas en una bolsa con cierre zip y pasar un rodillo hasta que estén finamente picadas.
En un bol mezclamos las galletas, la mantequilla y las 2 cucharadas de azúcar hasta formar una masa compacta, pero quebradiza al tacto.
Recortamos un círculo de papel de horno del tamaño de la base del molde. Pincelamos la base con aceite o bien con espray desmoldante y colocamos encima el papel que hemos recortado.
Colocamos la base de galleta presionando bien con una cuchara para que quede uniforme. Reservamos en la nevera.
Calentamos el horno a 170 grados.
Derretimos el chocolate al baño María o bien en el microondas. Reservamos.
A continuación batimos el queso crema y el azúcar hasta que esté suave y cremoso.
Añadimos de uno en uno los huevos.
A velocidad baja incorporamos el chocolate hasta que justo esté mezclado.
Y por último mezclamos la nata (crema de leche) fresca, la vainilla y la harina tamizada. Es importante batir solamente hasta que justo esté incorporado con el fin de evitar que la tarta pueda agrietarse en el horno.
Con ayuda de una espátula, vertemos la mezcla en el molde y la alisamos.
Cocemos 55 minutos sin abrir la puerta del horno en ningún momento.
Pasados los 55 minutos, apagamos el horno y dejamos enfriar dentro del horno sin abrir la puerta durante 1 hora.
Pasado este tiempo, colocamos el molde sobre una rejiĺla y rápidamente pasamos un cuchillo por todo el borde, pero no desmoldamos todavía.
Dejamos enfriar totalmente a temperatura ambiente y por último refrigeramos la tarta un mínimo de 6 horas.
GLASEADO ESPEJO
Hidratamos la gelatina en agua fría.
Calentamos la nata (crema de leche) en un cazo junto con el agua y el azúcar mezclando con unas varillas y dejamos que hierva 3 minutos.
Añadimos el cacao tamizado, mezclamos y dejamos cocer hasta que alcance 103 grados. Si no dispones de un termómetro de cocina, una forma de saber que está listo es introduciendo una cuchara y, viendo, si al darle la vuelta, el chocolate apenas gotea y recubre la cuchara prácticamente entera.
En este punto retiramos del fuego y, cuando la preparación alcance los 60 grados, añadimos la gelatina bien escurrida. Mezclamos bien con unas varillas hasta que la gelatina se haya incorporado totalmente. Y quitamos las burbujas de aire batiendo con la batidora tocando el fondo del cazo.
Dejamos enfriar tapando el cazo con papel film tocando la superficie del glaseado hasta alcanzar una temperatura de 30 grados.
MONTAJE DE LA TARTA
La desmoldamos y la colocamos encima de una rejilla.
Vertemos el glaseado con una jarrita en el centro de la tarta y dejamos que cubra toda la tarta.
Con mucho cuidado, levantamos la tarta de la rejilla con dos espátulas cruzadas y la colocamos en el plato de servir.
Todos los ingredientes tienen que estar a temperatura ambiente.
OTRAS NOTAS SOBRE EL CHEESECAKE DE CHOCOLATE NEGRO CON GLASEADO ESPEJO
Si por el motivo que sea, bien por tiempo o bien porque no te apetece, deseas quitar el glaseado puedes probar a cubrir la tarta con una capa de ganache de chocolate. Aquí tienes la receta. Y si no te convence tampoco, no hace falta que tenga una cobertura, la tarta está deliciosa sin necesidad de una.
Puedes sustituir las galletas digestive por unas galletas de chocolate si deseas un sabor más intenso a chocolate.
DEGUSTACIÓN DEL CHEESECAKE DE CHOCOLATE NEGRO
Para degustarla te aconsejo que la saques de la nevera media hora antes de comerla para que se atempere un poco.
Para hacer unas porciones perfectas, pasa el cuchillo por agua caliente antes de cortar la tarta y haz el corte de una sola vez.
Puedes acompañarla con nata montada (crema de leche),con una bola de helado, con frambuesas o fresas frescas o con un culís de frutos rojos.
Esta tarta resulta perfecta como postre si tienes invitados y en general para cualquier ocasión especial.
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