Los apasionados del chocolate seguramente estarán encantados con esta tarta que lleva chocolate en cada una de sus tres capas. Además no requiere de horno lo que facilita su preparación. La parte del glaseado tampoco tiene mucha dificultad ya que en este caso está elaborado con ingredientes comunes.
Ingredientes para la base (Molde 18 – 20 cms)
150 g de galletas
65 g de mantequilla
1 cucharada de chocolate puro en polvo
Ingredientes para la crema
500 g de queso crema
80 g de azucar
200 g de crema de cacao
200 ml de nata (crema de leche) (35% MG)
1 cucharadita de extracto de vainilla
Ingredientes para el glaseado espejo de chocolate
200g de leche condensada
320g de chocolate blanco
280 g de azúcar
200 ml de agua
70 ml de agua (para diluir la gelatina)
14 g de gelatina neutra en polvo
100 g de chocolate puro en polvo
Elaboración de la base
Trituramos las galletas , añadimos la mantequilla previamente derretida unos 30 segundos en el microondas e incorporamos el cacao en polvo. Mezclamos todo bien.
Forramos la base de un molde desmontable con papel vegetal especial de hornear.
Con la ayuda de una cuchara vamos extendiendo la mezcla para la base de galletas de tal manera que quede bien repartida por toda la base del molde. Llevamos el molde al frigorífico mientras vamos preparando la siguiente capa de la tarta.
Elaboración de la crema
En un cuenco amplio ponemos el queso crema, la crema de chocolate, el azúcar y el extracto de vainilla. Con una batidora de varillas mezclamos todo bien a medía velocidad durante un par de minutos. Posteriormente, añadimos la nata (crema de leche) que tiene que estar bien fría y continuamos batiendo ahora a mayor velocidad hasta que la nata (crema de leche) se mezcle bien con el resto de la crema y se monte.
Sacamos el molde del frigorífico y para asegurarnos que luego se desmonta mejor la tarta podemos forrar los bordes con papel vegetal. Echamos la crema que hemos elaborado y tratamos de que quede uniformemente repartida.
Al ser una tarta que no lleva gelatina, para que cuaje mejor y se pueda quitar el molde sin problemas necesita que la pongamos en el congelador un mínimo de 2 horas antes de retirar el molde.
Una hora antes de preparar el glaseado espejo sacamos la tarta del congelador y con cuidado retiramos el lateral del molde y la base y dejamos la tarta en el frigorífico.
Elaboración del glaseado espejo
Troceamos el chocolate blanco.
En un cuenco con agua fría diluimos la gelatina neutra y mezclamos bien para que no se quede con algún grumo.
En una cazuela ponemos el agua, el azúcar, la leche condensada y el cacao puro en polvo. Lo ponemos a fuego más bien bajo mientras removemos con unas varillas.
Cuando comience a hervir añadimos el chocolate blanco troceado y la gelatina que tenemos reservada y continuamos removiendo con las varillas hasta que quede perfectamente integrada.
Retiramos del fuego y dejamos enfriar hasta que su temperatura alcance los 35 º C, pero si no tenemos termómetro de cocina nos podemos guiar en función de la consistencia del glaseado que suele alcanzar esa temperatura cuando su consistencia se asemeje a la miel y si nos ponemos unas gotas de glaseado en un dedo no nos debería de quemar si ya hubiese alcanzado la temperatura indicada.
Colocamos la tarta sobre unas rejillas con una bandeja debajo, opcionalmente podemos forrar la bandeja con film transparente o con papel de aluminio para que luego sea más fácil su limpieza.
Echamos el glaseado en un jarra
lo vamos vertiendo sobre el centro de la tarta
y cuando haya terminado de escurrir, pasamos la tarta a un plato o fuente y la dejamos en el frigorífico hasta que vayamos a llevarla a la mesa y a disfrutar.
* Si nos sobra glaseado podemos guardarlo en el frigorífico unos 4 días para poder utilizarlo para cubrir otro pequeño pastel helado que preparemos. Para ello solo habría que calentarlo de nuevo a fuego muy bajo y volver a removerlo con unas varillas.