Yo no le puse azúcar, porque en casa nos gusta el sabor puro del chocolate, pero siqueréis podeis añadirle 25 gr de azúcar por cada 100 gr de chocolate negro.
Un postre sencillo e ideal, sin horno y con ingredientes comunes para sorprender a los comensales más exigentes.
Ingredientes
-175 gr de galletas tipo oreo (rellenas de nata (crema de leche))
-50 gr de mantequilla sin sal
-300 gr de chocolate negro
-200 ml de leche
-1 sobre de cuajada en polvo
-250 gr de queso para untar
-azúcar glas
En primer lugar preparamos la base del cheesecake, para ello picamos las galletas con ayuda de la picadora o de un rodillo. Fundimos la mantequilla en el microondas o al baño María y las mezclamos con las galletas hasta conseguir una pasta compacta, que extenderemos con cuidado sobre la superficie del molde (preferiblemente usaremos un molde desmontable para facilitar la tarea de servirlo) y reservamos en el frigorífico para que endurezca.
Mientras, fundimos el chocolate en un cazo al baño María o en el microondas a baja potencia, añadimos el queso y removemos bien hasta obtener una crema homogénea y sin grumos.
Deshacemos el sobre de cuajada en la leche fría y la añadimos a la crema de chocolate (si hemos decidido añadir azúcar la agregamos en este momento). Calentamos a fuego suave sin que llegue a hervir hasta que tengamos una crema fina.
Sacamos la base de la nevera y vertimos con cuidado la crema de chocolate para que no se levante la galleta.
Cuando se enfríe la metemos nuevamente en el frigorífico y dejamos reposar varias horas.
En el momento de servir, desmoldamos y espolvoreamos con azúcar glas.
Una tarta sencilla que dejará a vuestros invitados con ganas de repetir.
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