Cheesecake de chocolate

Todos tenemos esos típicos días en los que la cabeza la tenemos a otras cosas. A mí últimamente me pasa mucho, sobre todo desde que soy madre.

Es como si no terminara de regar bien la sangre por el cerebro y se te va el santo al cielo más de lo quisieras.

Justamente me pasó eso cuando estaba haciendo esta tarta. Tenía el chocolate picadito para que se fundiera enseguida, y que hice, no fundirlo, lo eché directamente en la tarta.

Lo que pasa es que ya me di cuenta cuando tenía la tarta en el horno.

Esperé para ver el resultado y que queréis que os diga, estaba deliciosa. Al no quedar el chocolate repartido por igual que si estuviera fundido y hay trocitos más grandes que otros quedan trocitos un poco crujientes cuando se enfría.

Una auténtica delicia. Que si ponéis el chocolate fundido os va a quedar espectacular (esa era la idea de la tarta)

Cheesecake de chocolate
Para un molde de 15 cm desmontable

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600 gramos de queso crema

200 gramos de chocolate 52-55% picado

200 gramos de azúcar

2 huevos M

100 gramos de creme fraiche

1 cucharada y media de @maizena_es

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Para el ganache

80 gramos de chocolate 52-55% troceado

80 gramos de nata (crema de leche) para montar (35% materia grasa)

Frambuesas, arándanospara decorar

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Precalentamos el horno a 180°C

Picamos el chocolate finamente, incluso podéis rallarlo por la parte gruesa de un rallador metálico.

Mezclamos bien el queso crema con el azúcar blanco.

Agregamos los huevos. Añadimos la crème fraiche y la maizena.

Integramos el chocolate.

Ponemos en el molde, engrasado y con la base cubierta con papel de horno.

Horneamos 20 minutos a 180° y a continuación durante 1 hora más o menos a 120°C.

Dejamos enfriar dentro del horno apagado. Sacamos del horno y llevamos al frigorífico al menos 6 horas.

Preparamos la ganache justo antes de servir.

Calentamos la nata (crema de leche) justo hasta que comience a hervir y la vertemos sobre el chocolate. Mezclamos bien con ayuda de las varillas. Cubrimos la mezcla con film transparente para que no se haga costra y dejamos a temperatura ambiente durante unos 30 minutos. Vertemos sobre la tarta y decoramos al gusto.

El resto es historia