Hace unos días nos reunimos la familia después de mucho tiempo.
Había que celebrar ese momento como era debido. O sea, con una comilona jajaja
Los españoles no sabemos reunirnos solo para hablar, hay que comer. Y si son cantidades industriales mejor que mejor.
Y mi familia no iba a ser menos... Así que entre tortillas, empanadas, ensaladilla rusa, mejillones, gambas, carne en salsa, quesos y embutidos varios...parecía que no iba a quedar espacio para el postre. Pero si que hubo espacio. El postre nunca se rechaza jajaja.
Del postre me encargué yo, y llevé esta cheesecake de yogur y fresas naturales que quedó riquísima!!
Y como soy muy buena, os dejo la receta para que os animéis a prepararla ahora que es tiempo de fresas aún.
INGREDIENTES:
Para la base:
200 gr de galletas tostadas
70 gr de mantequilla fundida
Para el relleno:
350 gr de yogur griego natural
500 gr de queso fresco batido 0%
350 gr de fresas
2 sobres de cuajada
120 gr de Eritritol (edulcorante) o 100 de azúcar
Para adornar:
3 hojas de gelatina neutra
100 gr de mermelada de fresa
PREPARACIÓN:
Preparados los ingredientes para que no se nos olvide nada.
Comenzamos triturando las galletas. Yo lo hice en Thermomix, 20 segundos a velocidad 6. También se puede hacer con una batidora eléctrica. Las mezclamos con la mantequilla fundida 30 segundos a velocidad 4.
Ponemos la mezcla extendida en el fondo de un molde y dejamos en el congelador media hora.
Ponemos las fresas y el eritritol y trituramos 30 segundos a velocidad 4. A continuación agregamos el queso y el yogur y calentamos 8 minutos a 90° y velocidad 4.
Cuando falten unos 30 segundos añadimos por el bocal los dos sobres de cuajada. Dejamos que se mezclen hasta acabar el tiempo.
Sacamos el molde del congelador y vertemos con cuidado la crema del relleno. Dejamos enfriar y conservamos en la nevera unas horas.
Cuando la tarta haya cuajado, preparamos la cobertura. Hidratamos la gelatina en agua fría. Calentamos la mermelada en el microondas unos 30 segundos y mezclamos con la gelatina escurrida.
Vertemos con cuidado sobre la tarta y volvemos a dejar en la nevera unas horas.
Servimos bien fría. Es una tarta super delicada y cremosa.
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Fuente: este post proviene de Tapitas y postres, donde puedes consultar el contenido original.
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