Este año nos ha pillado el Día la Madre alejados de la familia.
Ya queda menos para poder reunirnos con nuestros familiares, pero aún estamos pendientes de los resultados de las fases de desescalada que el gobierno ha programado para volver a la normalidad después de esta eterna cuarentena.
Cada año, me encargo del postre para celebrar el Día de la Madre con la familia. Nos reunimos todos, hermanos y sobrinos con mi madre y nos vamos a comer fuera. Pero para el postre volvemos a casa a comer la tarta que yo haya preparado.
Este año no podrá ser así, tendremos que conformarnos con las vídeo llamadas y los abrazos virtuales.
Pero postre hay, eso siempre. No para compartir con toda la familia, al menos no físicamente, pero seguro que dentro de unos meses, podremos celebrar el Día de la Madre como Dios manda.
Mientras tanto, nos conformaremos con estos mini pastelitos de anacardos.
INGREDIENTES:
Para la base:
50 gr de almendras
8 o 9 dátiles
Para el relleno:
200 gr de anacardos (previamente puestos en remojo unas tres o cuatro horas)
200 gr de nata (crema de leche) de soja
60 gr de azúcar
2 hojas de gelatina neutra
Para adornar:
mermelada de fresa
fresas, arándanos, frambuesas...
PREPARACIÓN:
Colocamos los anacardos crudos en remojo al menos tres o cuatro horas. Cambiaremos el agua, cada hora.
La base se prepara triturando las almendras y los dátiles 30 segundos a velocidad 8-10. Yo lo he hecho con thermomix, podéis usar una picadora o batidora.
Colocamos esta masa resultante en el fondo de cuatro aros de emplatar redondos. Los tendremos situados sobre una bandeja con papel vegetal. Así podremos desmoldar con facilidad. Si no queremos hacer pastelitos individuales, usaremos un molde de unos 18 cm aproximadamente. Los tendremos reservados en el congelador mientras preparamos el relleno.
Vamos con el relleno. Ponemos las hojas de gelatina a hidratar en un recipiente con agua fría. Escurrimos los anacardos que teníamos en remojo. Y los trituramos 30 segundos a velocidad 6. Lo haremos las veces que necesitemos hasta que estén bien triturados.
Agregamos la nata (crema de leche) de soja (podéis usar nata (crema de leche) normal) y el azúcar y calentamos 4 minutos a 80º grados y velocidad 4. Al acabar añadimos las hojas de gelatina escurridas y mezclamos 20 segundos a velocidad 4. Esto se puede hacer calentando a fuego medio en un cazo.
Vertemos la crema resultante sobre los aros de emplatar con la base de almendras y dátiles. Dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego refrigeramos unas horas.
Al desmoldar y para servirlos, adornaremos con una cucharadita de mermelada al gusto, yo puse de fresa. Y colocaremos encima algunos frutos rojos.
Trituramos las almendras y los dátiles.
Ponemos esta mezcla en aros de emplatar. Guardamos en el congelador unos minutos.
Escurrimos los anacardos que habremos tenido en remojo unas horas.
Y los trituramos hasta tener una pasta.
Añadimos la nata (crema de leche) y el azúcar y calentamos.
Agregamos la gelatina hidratada y batimos.
Echamos la mezcla sobre los moldes que teníamos reservados. Refrigerar unas horas.
Adornamos con frutos rojos y un poco de mermelada, veréis que bonitos quedan.
Unos pastelitos que además de ricos, están llenos de nutrientes.
En versión individual siempre es mejor