Como ya sabréis estamos ahora en plena temporada de fresas y fresones. Están buenas de todas y cada una de las maneras: con nata montada (crema de leche), con leche y azúcar, con vinagre balsámico, en batidos, ensaladas, con zumo de naranja, tal cual al natural... Y no sigo, que parezco Bubba el de Forest Gump recapitulando su lista de platos con gambas...
Tenía muchas ganas de usarlas para hacer un postre algo diferente así que preparé una compota muy sencilla con ellas para acompañar estos pastelitos, la combinación de fresa y kiwi es además buenísima. Si os gustan las mermeladas y compotas, ésta os encantará, se puede usar de tantas maneras ya sea en postres, con unas tostadas, con yogur, porridge, pudding de chía... Es muchísimo más saludable que cualquier mermelada de bote con conservantes y edulcorantes o cantidades indecentes de azúcar refinado. Bien cerrado en un bote de cristal aguanta en la nevera hasta una semana.
La parte cremosa del relleno se consigue hacer con anacardos crudos y queda realmente buena y untuosa, aportan un sabor diferente y el resultado es bastante sorprendente. Para hacer el relleno, hay que prever el tiempo que los anacardos necesitan de remojo, al menos unas 3 horas en agua, aunque lo ideal es una noche. En cuanto a los dátiles para la base, a veces están un poco duros y secos, así que también los remojamos un poco en agua caliente para que se ablanden.
Me gusta el hecho de hacer los pasteles en porciones pequeñas e individuales, usando una bandeja de cupcakes, ya que con el conjunto de ingredientes resulta un postre bastante generoso en calorías, y os aseguro que comiendo sólo uno se queda saciado. Se pueden mantener en el congelador por más tiempo e ir sacando según tengamos ganas de comerlos, bastará con sacarlos del mismo entre 15-30 minutos antes (dependiendo de la temperatura ambiente).
Para que queden las capas así de bonitas explico abajo en la elaboración cómo hacerlo. Para resaltar el color verde de la capa de kiwi usaremos alga espirulina en polvo, aunque es totalmente opcional ;)
Vamos con la receta de estos deliciosos pastelitos veganos de kiwi y compota de fresas.
RECETA DE PASTELITOS VEGANOS DE KIWI Y COMPOTA DE FRESAS
INGREDIENTES: (Para 8 pastelitos)
Para la compota:
15- 20 fresas, sin las hojitas
Zumo de 1/2 naranja
2 cucharadas de sirope de arcePara la base:
1/2 taza de nueces
10 dátiles sin hueso,remojados en agua hirviendo 15 minutos.
1 pizca de salPara el relleno:
1 taza de anacardos crudos sin sal (remojo de al menos 3 horas o toda la noche anterior)
2 cucharadas de sirope de arce
1 cucharadita de pasta de vainilla
1cta. de aceite de coco virgen fundido (líquido)
1 poco de leche de arroz (o cualquier otra)Para la capa de kiwi:
3 kiwis maduros pelados
1 cta. de espirulina en polvo (opcional)
Zumo de 1/2 lima
1 cda. de sirope de arce
ELABORACIÓN:
Primero elaboramos la compota de fresas. Las cortamos en trozos no muy pequeños y metemos en un cazo pequeño con el zumo de naranja y el sirope de arce. Llevamos a ebullición.
Cocemos durante unos 10 minutos o hasta que veamos que están bien blandas. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.
Preparamos la base. En una cazuela pequeña con agua previamente hervida habremos dejado los dátiles en remojo unos 15 minutos.
Trituramos las nueces junto con los dátiles y la sal hasta que se haga una pasta firme.
En una bandeja de cupcakes o muffins previamente engrasados, vamos poniendo la base en el fondo de cada molde y haciendo presión para que quede bien compacto.
Metemos la bandeja en el congelador mientras elaboramos el resto.
Preparamos el relleno. Escurrimos y enjuagamos bien los anacardos. Con una batidora los trituramos junto con la vainilla, el sirope de arce, aceite de coco y un chorrito de leche hasta obtener una textura cremosa.
Dividimos la crema en dos.
Con una mitad de la mezcla añadimos los kiwis cortados, zumo de lima, la espirulina y el sirope de arce y batimos hasta que quede bien mezclado y cremoso.
Echamos en cada molde la capa de crema de kiwi. Para que se diferencien las dos capas y el color, metemos primero al congelador con la capa de kiwi durante unos 30 minutos. Después echamos por encima la segunda capa con la otra mitad de crema en todos los moldes.
Guardamos en el congelador al menos un par de horas o hasta que se haya solidificado del todo.
Sacamos del congelador entre 15-30 minutos antes de querer comerlos y servimos con un poco de compota de fresas por encima.