Parece que por fin la primavera aunque tímidamente, ya va asomando las orejitas... Qué ganas tenía de empezar a crear y compartir nuevas recetas con sabores frescos, tintes vivos y alegres. Empieza una época preciosa en que los mercados se llenan de colorido y empiezan a brotar las sonrisas a la par que las flores y los verdes.
Es una época emocionante, en la que salimos un poco del "cascarón" y la introspección del invierno para salir a respirar, pasear, apreciar cada rayo de sol y los días más largos...
Aunque me encanten las estaciones de frío para cocinar con más calma platos reconfortantes, esta época la encuentro especial por los colores y la variedad que trae, los cuales me encanta reflejar en mis platos y presentaciones.
Por ello y para estrenar esta temporada primaveral, quería dar comienzo con una receta bien sencilla pero buenísima y usando un producto estrella de temporada como es la fresa, además de incluir también un par de ingredientes típicos de mi tierra natal (Canadá) como son el arroz salvaje y el sirope de arce.
Me gustaría hablaros un poco sobre el arroz salvaje y sus peculiaridades, también llamado arroz indio (indígena), grano de agua o zizania. El arroz salvaje es originario de América del norte y en especial del Oeste de Canadá, donde se produce mayormente en la zona de praderas y grandes lagos de las provincias de Manitoba y Saskatchewan. Aunque se le denomine comúnmente arroz, es en realidad una especie diferente, la zizania palustris, un tipo de gramínea acuática con un grano de forma muy alargada y oscura. Sus plantas pueden llegar a medir 3 metros de alto y sólo crecen en zonas húmedas de marismas o cubiertas por agua.
Su utilización y consumo se remonta a tiempos de los pueblos nativos de Canadá, donde servía de sustento para las tribus de los Sioux y Algonquinos, y al que llamaban Manomin. Efectuaban su recolecta en canoa, ocupándose unos de remar y otros de sacudir los tallos para extraer los granos. Es un alimento con un altísimo valor nutritivo, una gran fuente de proteína completa y gran contenido en fibra por ser un grano entero. Su sabor recuerda un poco al de la avellana, y resulta perfecto como acompañamiento de cualquier plato, especialmente los de caza, o como en esta receta tomado frío en ensalada.
El arroz salvaje se puede encontrar en muchas tiendas de productos a granel, tiendas gourmet... también lo he encontrado en tiendas de productos bio y naturales, aunque en estos casos siempre venía mezclado con otros tipos de arroz.
Otra de las diferencias que tiene con relación al resto de arroces, es su tiempo de cocción. El arroz salvaje suele necesitar alrededor de 45 minutos, incluso a veces más si el grano es grande. En los paquetes curiosamente suele indicar 25 minutos, pero no es ni mucho menos suficiente para que esté totalmente cocido. Esto se comprueba cuando veas que el grano empieza abrirse y se ve la parte blanquecina. Debe quedar blando, pero sin que quede pastoso ni se deshaga, y que conserve un puntito crujiente que lo hace tan rico.
Pues dicho esto, vamos con la receta de esta ensalada de arroz salvaje y fresas, que además va aliñada con una vinagreta un poco dulce riquísima que le aporta el sirope de arce.
RECETA DE ENSALADA DE ARROZ SALVAJE Y FRESAS CON VINAGRETA DE ARCE
INGREDIENTES
250 gr. de arroz salvaje
1 litro de agua
1/2 cucharada de sal
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
10 fresas
2 buenos puñados de espinacas frescas
1 puñado de avellanas tostadas
Brotes germinados de brócoli (opcional)
Escamas de sal con hibisco y salvia (opcional)Para la vinagreta
5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada de salsa Tamari o de soja
2 cucharadas de sirope de arce
1 cucharada de vinagre balsámico de Módena
Pimienta rosa molida
ELABORACIÓN
Primero cocemos el arroz en 1 litro de agua, con la sal y el aceite, durante unos 45 minutos.
Una vez listo dejamos enfriar.
Mientras preparamos la vinagreta mezclando todos los ingredientes, cantidad de pimienta al gusto.
Cortamos las fresas en trozos pequeños, las espinacas y picamos las avellanas.
Mezclamos el arroz enfriado en un bol grande y añadimos las fresas, espinacas, avellanas y la vinagreta. Mezclamos todo bien.
Servimos con unos brotes germinados y unas escamas de sal y ¡listo!