Mirando en el recetario del blog, me he dado cuenta de que hace mil años que no comparto una receta de muffins, yo que soy tan fan!! Recetas que se han ido quedando en el olvido...y eso que me encantan y siempre estoy probando nuevas combinaciones...
De hecho la última receta fue la de estos muffins salados, y allá cuando comencé con el blog colgué una receta de cupcakes que también contenían calabacín, pero que nada tenían que ver con esta.
Mezclar alguna fruta o verdura como en este caso, en bizcochos y preparaciones dulces me encanta, rebajan mucho la cantidad de azúcar o endulzante a añadir, aportan humedad y jugosidad, son todo ventajas.
He de decir que crear recetas de muffins sin gluten ni lácteos, no es tarea fácil. En general la repostería sin gluten tiene su aquel. Las harinas hechas con cereales, legumbres o granos sin gluten, por la ausencia del susodicho, actúan de muy diferente manera al mezclarse con el líquido y la grasa. Las texturas que se consiguen no tienen nada que ver y lleva mucho trabajo encontrar combinaciones y cantidades que se ajusten para llegar a la esponjosidad o densidad deseada, y aún más si quieres hacerlo saludable con harinas no refinadas, las harinas integrales también son otro mundo.
Seguro que algunos ya habréis experimentado también y sabéis a qué me refiero. No vale con sustituir la harina de trigo blanca clásica por una cualquiera integral sin refinar como la de sarraceno, arroz, avena (sin), almendra... Nada que ver. Si lo haces al tuntún lo más seguro es que acabes con un mazacote incomible bien gordo que ni tu perro querrá. Tu gozo en un pozo y un chasco del quince.
Y así es, efectivamente el fascinante a la par que apasionante mundo de la creación e invención de recetas.
Algunas pruebas finalizan en decepcionantes y dramáticas catástrofes culinarias. Luego a base de probar, errar, dar la brasa a tu pareja, insistir, repetir, sollozar ... vas aprendiendo que así tal cual no cuela, que es pura alquimia y tienes que encontrar un equilibrio. Que cada harina es un mundo y que en este caso la clave está en mezclar varias en diferentes proporciones para llegar a lo que quieres. Y cuando ese momento llega, es cuando la magia de verdad se manifiesta. Te sale un bizcocho, tarta, galleta o muffin delicioso y solo quieres celebrar, reír, comértelos todos sin compartir y brincar de felicidad.
En resumen, aunque parezca un mar de complicaciones, conseguir un buen muffin saludable es totalmente posible y más fácil de lo que pensamos. No nos engañemos, estos no tendrán la textura, forma ni siquiera color que los muffins que solemos ver en Starbucks y otras cafeterías, supermercados y demás lugares donde se producen a nivel industrial. Están hechos mayormente con ingredientes mega refinados, grasas poco saludables, todo tipo de aditivos para que tengan ese aspecto, sabor, consistencia e incluso durabilidad.
Estos muffins, no llevan nada de eso, nada de calorías vacías, si no ingredientes de verdad, nutritivos con los que poder disfrutar de manera saludable.
Cuando no tengo huevos siempre recurro al "huevo de lino", ideal para veganos (o no) y para alérgicos, que basta con mezclar 2 cucharadas de semillas de lino molido+4 cucharadas de agua hasta conseguir una consistencia viscosa.
Estos muffins son veganos, sin gluten ni lácteos, aunque puedes sustituir si lo deseas el lino por huevos y la bebida vegetal por leche.
Deliciosos, prometido.
RECETA DE MUFFINS DE CACAO Y CALABACÍN
INGREDIENTES (12 muffins)
1 calabacín mediano
40 láminas de cacao puro 99% o 10 onzas de chocolate negro
2 cucharadas de lino molido + 4 cdas agua (remojado unos minutos) o 2 huevos bio
6 cucharadas de aceite de aguacate o de coco virgen (líquido)
1 cucharita de vainilla en pasta o esencia de vainilla
1/2 cup/250ml de harina de trigo sarraceno
1/2 cup/250ml de harina de avena integral
1/2 cup/250ml de harina de coco o de almendras
1/2 cucharita de sal
1/4 cup/60ml de cacao puro en polvo
1/2 cucharita de bicarbonato de sodio
1/2 cucharita de levadura seca sin gluten o normal
1 cup/250 ml de azúcar de coco o panela
ELABORACIÓN
Precalienta el horno a 180ºC. Deja remojar el lino con el agua.
Ralla el calabacín y escurre todo el exceso de líquido (estrújalo con las manos encima de un colador).
En un bol mezcla: calabacín + lino remojado + aceite + vainilla + azúcar de coco.
En otro bol mezcla el resto de ingredientes secos.
Incorpora la mezcla líquida y mezcla hasta que quede una masa bien integrada. Si estuviera muy seca y te cuesta mezclar, puedes añadir un chorro de leche para ayudarte.
Prepara una bandeja de muffins y engrasa si no usas cápsulas de papel.
Vierte la masa de manera uniforme en todos los moldes.
Coloca en la mitad del horno y hornea durante 25-30 minutos.
Deja enfriar en rejilla al menos 10 minutos.