Hace ya muchísimos años que bebo leches vegetales, dejando la intolerancia a la lactosa aparte, el sabor y olor de la leche de vaca son superiores a mí. Imposible. Desde siempre. Por eso ni siquiera la leche sin lactosa es factible en mi caso. Prefiero mil veces un café sólo o unos cereales secos sin leche antes que tomarla. Pues eso...para gustos... están los colores.
Afortunadamente hay un amplio abanico de posibilidades en cuanto a alternativas a la leche animal se refiere. Con el tiempo te acostumbras a los sabores y texturas y además, si algo te sienta bien y es mejor para tu salud, definitivamente merece la pena el cambio.
Así que ya van unos cuantos años de probar, indagar, experimentar con todo tipo de alternativas de bebidas vegetales con las que sustituir a la leche de vaca. A decir verdad hasta no hace muchos años la variedad de opciones que había en el mercado era bastante escasa, por no decir ridícula. En la mayoría de comercios sólo encontrábamos leche de soja y poco a poco afortunadamente fueron llegando la de avena, de almendra, de arroz...y hoy en día podemos encontrar muchas más, incluso de alpiste. Sí, ¡leche de alpiste! y además está bastante buena.
El caso es que la de soja es la que menos consumo a día de hoy, la encuentro algo indigesta y no me convencen ni su procedencia transgénica (casi toda la soja lo es) ni su efecto estrogénico. Me quedo con la leche de arroz o almendras para el día a día, aunque de vez en cuando me gusta variar con otros sabores, así que probé con esta combinación de anacardo y sésamo. El sabor es muy suave, y de verdad que yo no suelo tomar la leche sola fría tal cual pero en este caso, me chifla.
La proporción para hacer cualquier leche de semillas o frutos secos suele ser de unos 150 gr. con unos 800 ml de agua. Ahora bien, puedes jugar con las cantidades a tu gusto según la prefieras más o menos espesa y gustosa.
Puedes saborizarla de muchas maneras por ejemplo con cacao puro para una versión chocolatada, con vainilla, con canela, cardamomo o cualquier otra especia...
Esta bebida da además la posibilidad de endulzarla (si quieres) ya sea con miel, sirope de arce, ágave o como en éste caso con dátiles.
Como verás, sólo necesitas unos pocos ingredientes, una bolsa o malla exprimidora de nylon como ésta, una botella grande (preferiblemente de cristal) y prever el tiempo de remojo (mínimo 4 horas, preferiblemente toda la noche) para que las semillas sean más fáciles de digerir. ¡Verás que merece la pena hacerla tu mismo!
Pues vamos con la receta y elaboración de esta deliciosa leche casera de anacardos y sésamo.
RECETA DE LECHE CASERA DE ANACARDOS Y SÉSAMO
INGREDIENTES:
100 gr de anacardos naturales
50 gr. de sésamo blanco crudo
4 dátiles, sin piel ni hueso
1 cucharita de vainilla en pasta
800 ml. de agua mineral o filtrada
1 pizca de sal rosa del Himalaya
ELABORACIÓN:
Pon en remojo los anacardos y el sésamo, cubiertos totalmente con agua filtrada. Conserva en nevera a ser posible toda la noche, o unas 12 horas.
Cuando el tiempo de remojo haya pasado, escurre y enjuaga bien con agua. Usaremos agua nueva para hacer la leche.
Mete en la Thermomix o batidora los anacardos y el sésamo, los dátiles, la vainilla, la sal y el agua. Tritura a alta velocidad durante unos segundos hasta que se haya triturado del todo.
En un bol grande y con la malla exprimidora abierta vamos vertiendo toda la leche y dejando que se filtre a través de la misma. Exprime bien con las manos la malla para aprovechar toda la leche. Reserva la pulpa, ¡no la tires! puedes añadirla a batidos, bizcochos, cereales...
Vierte la leche en una botella de cristal y conserva en nevera. Para consumir en los días siguientes fría o caliente.