Fue ver este pastel en la portada de la revista thermomix y enamorarme de él
La pinta lo decía todo pero es que además en el nombre incluía la palabra "ligero", lo que es un aliciente para los que no podemos prescindir del dulce pero tampoco queremos engordar...todo un dilema.
El caso es que aunque tiene varias elaboraciones y tiempos de espera es un pastel perfecto para acabar una cena o almuerzo de importancia. Es bonito, está rico y además es ligero..¿que más queremos?
Aún así os diré que he modificado la receta (un poquito solo) y he reducido más las calorías, así que no tenéis excusa para no hacerla.
INGREDIENTES:
250 gr de leche evaporada
7 hojas de gelatina neutra
Para el pastel:
150 gr de leche evaporada
8 cucharadas de edulcorante líquido
500 gr de queso batido desnatado 0%
4 yogures natural edulcorado desnatados 0%
Para la cobertura:
50 gr de arándanos frescos
80 gr de zumo de naranja
PREPARACIÓN:
Pesamos los 250 gr de leche evaporada y congelamos en un recipiente durante un par de horas.
Ponemos a hidratar en agua fría las hojas de gelatina.
Ponemos la mariposa en el vaso de la thermomix y agregamos los 150 gr de leche evaporada. Programamos 3 minutos, 90º y velocidad 1.
Añadimos las hojas de gelatina bien escurridas y el edulcorante. Mezclamos 15 segundos a velocidad 3.
Sacamos la leche evaporada que teníamos congelada, la hacemos trozos y la incorporamos al vaso. La montamos durante dos minutos a velocidad 35.
Añadimos el queso batido y los yogures y mezclamos 30 segundos a velocidad 4.
Vertemos la masa en un molde desmoldable que no sea muy grande. El mío es de 22 cm. dejamos en la nevera unas horas hasta que cuaje.
Mientras, haremos la salsa de arándanos. Los ponemos con el zumo de naranja en el vaso y programamos 10 minutos, 90º y velocidad 2. Al acabar dejamos en un recipiente y cuando la tarta esté perfectamente cuajada y la vayamos a servir, ponemos la salsa encima.
SIN THERMOMIX:
Primero es congelar la leche evaporada. A continuación ponemos a hidratar la gelatina.
Con una batidora de varillas montaremos los 150 gr de leche evaporada en un recipiente que pondremos al baño María para calentar mientras la estamos montando. Añadimos el edulcorante y las hojas de gelatina. Mezclamos bien con una espátula.
Ahora agregaremos el queso batido y los yogures y mezclamos bien. Debe quedarnos una crema espesa y homogénea. La vertemos en un molde y reservamos en la nevera unas horas hasta que cuaje (siempre es conveniente hacerlo de un día para otro).
La salsa la haremos calentando a fuego suave en un cazo, los arándanos y el zumo de naranja. Vamos a ir machacando con un tenedor los arándanos hasta que la salsa espese. La dejamos enfriar y la ponemos sobre la tarta antes de servirla.
Pesamos 250 gr de leche evaporada y la congelamos.
Ponemos la mariposa y montamos los 150 gr de leche evaporada que quedaban. Hay que calentar para que después la gelatina actúe bien.
Le añadimos las hojas de gelatina escurridas y el edulcorante. Lo mezclamos bien.
Sacamos la leche evaporada que estaba congelada y la hacemos trozos.
La añadimos a la mezcla del vaso y montamos.
Este es el queso y los yogures que uso. Son bajos en grasas y sin azúcar.
Los añadimos al vaso y mezclamos bien.
Ponemos toda la mezcla en un molde desmoldable y dejamos en la nevera unas horas. Yo suelo hacer este tipo de pasteles de un día para otro.
Mientras el pastel está en la nevera, hacemos la salsa. Solo es calentar y mezclar los arándanos con el zumo para que se ablanden y quede como salsa.
Reservamos la salsa hasta el momento de servir.
Justo antes de servirla, cubrimos con la salsa.
Preparaos para disfrutar de un delicioso pastel de queso y sin remordimientos.
Fuente: este post proviene de Tapitas y postres, donde puedes consultar el contenido original.
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