Los ingredientes que vamos a necesitar son:
700 g de queso crema natural
900 ml de agua
1 sobre de gelatina
arándanos (opcional)
Si utilizamos queso crema sin lactosa, esta receta será apta para los intolerantes a la lactosa.
Vamos a utilizar un sobre de gelatina de 32 g que viene en la última caja Degustabox.
La gelatina Royal Antiox sabor arándanos es ligera, refrescante y está buenísima. Tiene efecto antioxidante, rica en vitaminas E y D, y además es con 0% azúcares ya que contiene Stevia, edulcorante natural.
Preparación:
Como siempre, lo primero que hacemos es preparar los ingredientes y utensilios que vamos a necesitar.
A continuación, preparamos la primera capa del pastel, para ello, vertemos en un cazo 300 ml de agua y lo llevamos a ebullición, una vez comience a hervir, retiramos del fuego y añadimos 22 gramos de gelatina. Mezclamos hasta que se disuelva y añadimos 300 ml de agua. Mezclamos bien y dejamos enfriar unos minutos.
A la mezcla de gelatina vamos a ir añadiendo el queso crema, poco a poco, hasta que no tenga grumos y esté bien integrado.
Para que nos quede una mezcla cremosa y sin grumos, debemos añadir el queso a la gelatina y no al revés.
Ponemos la mezcla en el molde que hemos elegido y dejamos reposar en la nevera como mínimo dos horas para que cuaje.
Transcurrido este tiempo, preparamos la capa superior del pastel de queso, para ello, vertemos 150 ml de agua en un cazo, lo ponemos al fuego y lo llevamos a ebullición. Cuando empiece a hervir, retiramos del fuego y añadimos la gelatina que teníamos reservada. Mezclamos bien para que se disuelva y, a continuación, añadimos otros 150 ml de agua. Mezclamos y dejamos enfriar unos minutos.
Mientras se enfría, lavamos y secamos unos arándanos. Sacamos el molde del frigorífico y podemos colocarlos sobre la capa de queso y cubrirlos con la gelatina. Aunque en esta ocasión solo vamos a cubrir la capa de queso con la gelatina.
Volvemos a llevar el molde a la nevera y dejamos cuajar durante un mínimo de 2 horas.
Presentación:
Este postre es tan bonito que no necesita nada para decorarlo, pero mirando mi jardín, ahora que la lavanda está en flor, su color y el de la gelatina de arándanos crea una armonía de tonalidad que hace resaltar la elegancia de este pastel.
También podemos servirlo de forma individual en una copas de helado, en las que pondremos, ahora sí, unos arándanos que cubriremos con la capa de gelatina.
¿Habéis probado esta delicia? La cremosidad del queso y la frescura de la gelatina hacen de esta tarta un postre suave y refrescante, ideal para estas fechas.
Bon appétit!