Ingredientes: 12 raciones
250 gr de galletas maría
100 gr de mantequilla
500 gr de queso tipo philadelphia
500 gr de nata (crema de leche) para montar
2 cucharadas de edulcorante
8 láminas de gelatina
salsa de arándanos:
200 gr de arándanos
80 gr de azúcar
80 ml de agua
En una batidora o robot trituramos las galletas, tienen que quedar muy finas, pasar a un bol y mezclar con la mantequilla fría hasta formar una pasta.
Lo primero es forrar el molde con papel de horno tanto la base como las paredes.
Poner la masa de galletas en el molde desmontable, extender bien por todos los lados. Meter al frigo para reposar.
La crema de queso: poner las láminas de gelatina en agua 5 minutos para hidratar. Montar la nata (crema de leche) con unas varillas eléctricas, añadir el queso, seguir batiendo. Ahora añadir el edulcorante y las láminas de gelatina ya escurridas y metidas en el microondas unos segundos para poder mezclar con la nata (crema de leche). Batir todo con las varillas, sacar el molde del frigo y verter la crema sobre la masa de galletas, igualar y meter de nuevo al frigo para que cuaje, mínimo 6 horas.
La salsa: para hacerla poner todos los ingredientes en un cazo y dejar cocer hasta que reduzca a la mitad, dejar enfriar y echar por encima justo en el momento de servir. Yo lo hice ya con los trozos cortados queda mucho más bonita la presentación.
Esta es una tarta clásica y muy pero que muy rica. Se hace en un momento y además el toque de los arándanos es brutal. Por cierto estos arándanos eran muy dulces por eso le añadí poco azúcar pero no todos son tan dulces, estaban buenísimos.
Espero que te haya gustado. Una tarta con toque rústico, es lo que tiene estar en el pueblo.
Besines y feliz fin de semana.