Ya les compartí recetas de atole de masa de maíz, los tradicionales atoles dulces, pero qué les parece si el día de hoy les doy la receta del delicioso Chileatole, un rico atole salado y con un ligero sabor picosito, además que lleva un toque de Epazote, es de esos platillos sumamente antiguos, de nuestra cultura mexicana, en donde nuestros antepasados utilizaban todo lo que la madre tierra les otorgaba y hacían verdaderas maravillas, ésta es una de ellas, en realidad un plato simple, pero delicioso!!
Es de esas recetas que aprendí desde pequeña, pues a mi papá le gusta mucho, recuerdo que una vez fue a prepararlo a la casa mi querida Tía Chela, poco tiempo después de que mi mamá murió, nos visitaba frecuentemente, y siempre me dejaba algún aprendizaje, y recuerdo claramente la vez que lo preparamos juntas, cómo licuamos los elotes y le agregamos el chile y el epazote a esta deliciosa sopa, yo tendría unos 11 años, gracias Tía Chela! aunque no era la primera vez que comía este delicioso platillo, pues era de esos guisados que se preparaban de vez en cuando en la casa, pues a mi papá le gusta mucho.
Así que es otra de esas delicias llenas de sabor y aroma para mi, otro trocito de memoria que les quiero compartir...
Ingredientes:
1 Chile Ancho o Pasilla o Guajillo o Chipotle seco
300 gramos de Masa de Maíz, si no consigues, utiliza Maseca, y prepárala de acuerdo a las indicaciones
4 Tazas de Agua
Aceite de Oliva al gusto o Manteca de Cerdo que es lo tradicional (1 cucharada)
Sal y pimienta al gusto
Hojas de Epazote puede ser fresco o deshidratado
2 Elotes desgranados y cocidos (puedes utilizar el agua de la cocción y le dará mejor sabor al chileatole)
Procedimiento:
Primeramente preparemos la base de este delicioso chileatole, debemos desgranar los elotes si es que los pusimos a cocinar con todo y mazorca; ya que estén bien cocidos, los colocamos en la licuadora, debemos reservar como media taza o un poco más para dejarlos enteros, le dan una rica textura al atole, y podemos reservar el líquido de la cocción, pues le dará un rico sabor al guisado.
Los licuamos junto con la masa de maíz, la cual habremos desbaratado un poco para ayudar a la licuadora en su tarea.
Mientras tanto, calentamos el aceite de oliva o la manteca de cerdo, lo que hayan elegido en una olla, y colocamos el chile también que haya sido de su elección, esta vez yo lo preparé con chile guajillo, pero bien puede ser con otra variedad, en la casa lo acostumbraban preparar con chipotle seco, el cual, como es más pequeño lo colocaba a dorar así, entero pero le agregaba varios, unos 2 ó 3.
Si utilizas otra variedad de chile, es decir, ancho, guajillo o pasilla, yo acostumbro a cortarlo con tijeras, así tal cual, en tiritas del grosor que más te guste, es más fácil, quedan más uniformes los pedazos y se verán bonitos. Los colocamos a dorar con la manteca o aceite calientes, recuerda ya tener listo el atole, pues si no haces las cosas en su debido tiempo, puedes quemar el chile que es muy sensible y quedará amargoso el atole, así es que sólo es una pequeña dorada, para que suelte su sabor, pero sin quemarse o dorarse en exceso.
Cuando esté bien doradito, le agregas lo licuado, es decir, la masa de maíz con los granitos de elote cocidos y un poco del caldo de cocción o de agua, agregas el resto de los elotes enteros, para darle textura, y no dejes de mover, el fuego debe ser medio a bajo, para que se espese y no descuidar para que no se pegue o se queme. Sazona con sal y pimienta y agrega el epazote, sé cauteloso con éste, ya que tiene un sabor un poco fuerte, y no queremos que invada todo el platillo, con una o dos hojitas basta.
Cocina bien hasta que espese y sirve calientito, puedes adornar con unos rabitos de chile, se ven bonitos, o si cortas tiritas muy finitas de chile y las doras un poquito en suficiente aceite hasta hacerlas como mini chips quedara hermoso, puedes jugar con las presentaciones, incluso con unas hojas de elote frescas, se verá hermoso si cortas una puntita y la acomodas de modo que se vea lindo.
A veces preparo una salsa o alioli de chile rojo, puede ser guajillo o ancho, el chiste es que tenga color rojo bonito, sólo hay que aprovechar las semillas de los chiles y dorar un poquito el chile y después triturar un poco, le agregas suficiente aceite de oliva, sal y un poco de ajo bien picadito, y lo dejas todo que se macere, es decir, lo dejas reposar hasta que el chile suelte su color y sabor, verás qué bonito y rico queda si le pones un chorrito encima al chileatole.
Como última opción, puedes dorar un diente de ajo al dorar el chile al inicio de la receta, le dará un rico sabor a la grasa empleada, perfumando y sazonando de distinta manera, y así puedes jugar un poco y darle variedad al platillo...