Hoy os traigo una coca abierta o plana, es la típica coca que lleva el relleno encima, tanto dulce como salado. La coca se inventa gracias al aprovechamiento de la masa de pan que no se había hinchado , en vez de desechar esta masa, las amas de casa la cocían plana.
Ahora bien, esta costumbre significa que la coca de pan balear y la coca desnuda catalana, además de las más básicas, deben ser las más antiguas de todas las cocas, que desarrollarían esta tradición con la adicción de condimentos y la conversión en un plato aparte, con respecto a la guarnición, en la costa suele emplearse pescado y verdura fresca.
Esta es mi aportación para este mes en el Desafío en la Cocina una coca abierta de cebolla y bacalao
INGREDIENTES :
Para la masa:
500 gr de harina
150 gr de aceite de oliva virgen
una cucharadita de sal
100 gr de agua
un cubito de levadura fresca (25 gr)
180 gr de vino blanco ( o cerveza)
Para el relleno:
3 cebollas dulces
250 gr de bacalao desmigado
pimentón dulce
1 huevo
ELABORACIÓN PASO A PASO:
En un bol desleír el cubito de levadura en 100 ml de agua ligeramente tibia. Añadir 100 gr de harina.
Remover y dejar reposar durante media hora.
Añadimos el vino blanco o cerveza, el aceite, el resto de harina los 400 gr y la sal.
Remover y amasar durante unos minutos, formar una bola y dejar reposar tapado media hora.
Troceamos las cebollas y cortamos en trozos más pequeños el bacalao.
En una sartén con un poco de aceite de oliva virgen pochamos la cebolla durante 5 minutos a continuación añadimos un poco de pimentón dulce, el bacalao desmigado removemos y retiramos del fuego.
Precalentar el horno a 200º C
Destapamos el bol donde esta la bola de masa y la extendemos sobre una bandeja de horno forrada con papel de horno.
Extendemos toda la mezcla en la masa, batimos un huevo y se lo repartimos bien con un brocha de cocina por toda la coca.
Lo metemos en el horno previamente precalentado a 200º C durante 20 o 25 minutos hasta que este dorada.
Ya tenemos nuestra coca lista, queda genial como aperitivo junto con una cervecita o un vasito de buen vino.
En casa extendimos el mantel y nos sentamos en el césped con la mirada de nuestro perro Max que no la quitaba ojo, por si por un descuido nuestro, pillaba algo.
Pero la verdad, es que no sobro mucho, entre trocito a trocito y vasito de vino estos pequeños placeres son los mejores para recordar. Espero que la disfrutéis mucho, os agradezco vuestras visitas y sobre todo cuidaros mucho.
Las recetas de María Antonia