Ingredientes:
250 grs. de harina de fuerza5 grs. de sal
5 gramos de levadura fresca (si ponemos seca será una tercera parte de los gramos)
110 gramos de agua
50 grs. de aceite de oliva
Para la decoración
una cucharada de aceite de oliva
azúcar
piñones
Spray con anís
En un bol, colocamos primero la harina y la levadura fresca bien desmenuzada y lo mezclamos bien, añadimos la sal y removemos poco a poco de forma suave.
A continuación añadimos el aceite y el 90 % del agua, nos reservamos aproximadamente 10 / 15 gramos. Y lo vamos amasando poco a poco durante un minuto.
Dejamos que la masa repose tapada en el bol durante 15 minutos.
Pasado este tiempo, añadimos el agua reservada y lo mezclamos con la masa del bol, poco a poco vemos que ya se va integrando y es el momento de sacarla al mármol para seguir trabajando (no es necesario poner harina).
La forma de amasarla es estirar y doblarla, volver a estirar y volver a doblar, estos movimientos van integrando aire. Al cabo de 1 minuto, la volvemos a dejar reposar bien tapada otros 15 minutos.
De nuevo volvemos a realizar el estirado y los pliegues, y de nuevo lo dejamos descansar 15 minutos.
A partir de ahora si queremos hacer cocas individuales hacemos 4 bolas y si no podemos hacer una con la masa, y la dejamos reposar bien tapada hasta que doble el volumen. El tiempo dependerá del calor que haga en vuestra cocina, yo puse la masa en una bandeja tapada con un trapo de algodón y lo puse dentro del horno sin encenderlo. Es una forma de que no tenga ninguna corriente de aire.
Cuando ha duplicado su volumen, lo extendemos sobre el mármol y poco a poco le vamos dando forma de coca ayudándonos con los dedos de forma que se hagan unas montañitas pero sin apretar demasiado para no perder el aire que tienen. Lo estiramos ligeramente y seguimos dándole forma.
La ponemos en una bandeja para el horno.
Cuando la tenemos ya formada, pincelamos con aceite toda la superficie y añadimos el azúcar, para que quede bien cubierta (Creo que yo me quedé un poco corta de azúcar) y le ponemos los piñones que habremos puesto en remojo previamente.
Preparamos el horno a temperatura máxima con calor arriba y abajo sin aire, y cuando este caliente pondremos la coca en la bandeja durante unos 10 minutos.
Sabremos que está hecha, no sólo por el color dorado si no también por que el azucar se carameliza.
La sacamos y rociamos con anís, para darle un poco de sabor, como está caliente, el alcohol, se evapora rápido.
Pues ya está, la dejamos enfriar y a disfrutar de una coca bien apetecible.