La coca de patata (o Coca de Castelló) se ha hecho muy popular en Castellón hasta el punto que hoy en día es uno de sus postres más representativos.
Su principal signo de identidad es que en lugar de harina lleva patata y no se le añade ningún tipo de levadura para que suba.Sobre su origen, dicen que fue un labrador de la Marjalería (La marjalería es una zona húmeda, cercana al mar, de gran riqueza tanto en fauna como en flora, muy cerca de Castellón) quien “inventó” la coca de patata. Al ir a hacer una coca, y como no tenía harina, utilizó patata en su lugar de harina. Como ocurre muchas veces, por una casualidad se cocinó una coca con patata que resultó ser muy jugosa.
Durante algunos años fue la gran olvidada pero ahora ha resurgido con fuerza y se puede encontrar en prácticamente todas las panaderías y pastelerías de la ciudad.
También Valldemossa, en la Sierra de la Tramontana en Mallorca, tienen una especie de panecillos dulces muy suaves, que se conocen como “Cocas de patata“, pero estas llevan harina y levadura fresca y tienen un aspecto diferente.
Coca de patata
Dificultad: fácil
Imprimir
Ingredientes
6 huevos a temperatura ambiente
1/2 kilo de patata
1/2 kilo de almendra molida
1/2 kilo de azúcar
Ralladura de limón
Azúcar glas
Una pizca de
Preparación
Lavad bien las patatas y ponedlas a hervir, sin pelar, hasta que estén tiernas. Sacadlas y dejadlas escurrir hasta que se enfríen un poco. No demasiado, lo suficiente para poderlas manipular. Las peláis y las machacáis con un tenedor.
Separad 6 cucharadas de azúcar (una por cada huevo). Reservad.
Separad las yemas de las claras y las dejáis en recipientes separados. Procurad que en la clara no caiga nada de yema porque, de ser así, las claras de huevo no montarían a punto de nieve.
En un bol ponéis las patatas machacadas y, por este orden, las yemas y removéis, la almendra molida y removéis, el azúcar sobrante y ralladura de limón y remomvéis.
Ahora montáis las claras a punto de nieve en un bol, con una batidora eléctrica o unas varillas manuales. Si usáis una batidora eléctrica es mejor batir a baja velocidad al principio ya que así se consigue que se formen burbujas de aire más pequeñas en la espuma y las claras montadas serán más estables. Una vez las claras empiezan a espumar, añadid una cucharada de azúcar por cada huevo. Seguid batiendo, hasta que las claras empiecen a coger consistencia. Ya estarán cuando podáis girar el bol sin miedo a que las claras caigan de él.
Mezclad muy suavemente las claras a punto de nieve con la mezcla de la patata.
Volcad la mezcla en un molde rectangular untado de mantequilla y espolvoreado de harina.
Meted en el horno precalentado a 180º y horneadlo durante unos 30-35 minutos.
Pinchad la coca con un palillo y si sale seco, está lista. Cuando se enfríe la espolvoreáis con azúcar glas y la cortáis en porciones.
Web: Commememucho