Se puede poner en el agua de la cocción un chorrito de vinagre o limón. Introducir en la olla una hoja de laurel, por ejemplo. Hay quien añade al agua un chorrito de leche...
Yo la cuezo durante poco tiempo, el justo para que al introducir en sus tallos la punta del cuchillo o tenedor quede tierna. Así casi no huele y no se deshace. También suelo cocerla en microondas. De esta forma huele muy poco y se conservan todos sus nutrientes, además de ser más rápido. En otra receta la haremos así.
Esta vez, la he cocido en una cacerola, con agua y sal y después rebozada. Queda crujiente y para mí, exquisita.
INGREDIENTES
1 coliflor
huevos
pan rallado
harina de trigo
perejil fresco
sal
agua
aceite de oliva
PREPARACIÓN
Lava la coliflor y corta los tallos con la ayuda de un cuchillo. Como después los freiremos, no los cortes demasiado grandes pero tampoco muy pequeñitos. Más o menos como los de las fotos.
Ponlos en una cacerola, cubre con agua y agrega sal al gusto. Deja que cueza a fuego medio. Estará en su punto cuando los puedas pinchar con un tenedor ( unos 15 minutos ). Saca del agua y escurre bien.
Bate los huevos, pon en un plato el pan rallado y mezcla con perejil fresco picado. Pasa los tallos de la coliflor por harina, huevo batido y pan rallado. Fríe en abundante aceite caliente hasta que estén dorados y crujientes.
Saca a un plato con papel absorvente para quitar el exceso de aceite.
Sirve y si te apetece, acompaña con un poco de mahonesa.
¡ Ummmm, deliciosas !