Una receta muy sencilla a la par que deliciosa:
250 g de harina
100 ml. de agua
1 sobre de levadura seca de panadería
2 cucharadas soperas de aceite
1 cucharada de sal
Mezclamos con las manos todos los ingredientes hasta obtener una pasta seca que no se pega en la mesa ni en las manos. Moldeamos los colines en bastones y los colocamos en una fuente de horno engrasada o sobre un papel de hornear. dejamos reposar una media hora y precalentamos el horno a 200º C. Antes de meter los colines podemos aderezarlos si queremos, pintando con un poco de agua por encima y colocando sal en escamas o pimienta, por ejemplo. Horneamos unos 20 minutos y los dejamos enfriar.
Resultan ideales para acompañar embutidos o para mojar salsas, ¡y te lo pasarás genial preparándolos porque son supersencillos!