El cuscús es un plato tradicional bereber hecho a base de sémola de trigo. Se trata de un alimento muy versátil, como la pasta o el arroz porque se adapta a todos los sabores. Es un hidrato de carbono, elemento que ha de ser básico en nuestra alimentación, muy sano porque no tiene nada de grasa. Por tanto, dependiendo de cómo lo cocinemos, puede ser sabroso y un parte de un plato sano y muy equilibrado. Su nombre, proviene del árabe y significa "redondito" o "más bien redondo", en clara alusión a su forma. Originariamente, parece, se hacía con migas de pan moldeadas y dejadas secar. Hoy, se comercializa en distintos grosores y se encuentra fácilmente en los supermercados.
Lo normal es cocinar el cuscús con la misma cantidad de agua que de este, un vasito pequeño por persona, en función del tipo de receta al que vayamos a incorporarlo. El proceso de cocción es muy sencillo, mucho más rápido que el del arroz o la pasta, por lo que este alimento, además de versatil es muy socorrido.
El proceso para elaborarlo será, habitualmente el siguiente (pero recordad mirar siempre el envase del vuestro por si el fabricante recomienda otra manera):
1. Se mide el cuscús. Hacerlo con un vaso o similar será lo más cómodo. Lo reservamos en un bol amplio.
2. Con el mismo vaso, medimos la misma cantidad de agua que de cuscús y ponemos el agua a hervir. Se puede hacer en un cazo o en el microondas; de esta manera, ganamos tiempo.
3. Cuando el agua rompa a hervir, la vertemos sobre el cuscús, añadimos una cucharada sopera de aceite (o 1/2 cucharadita de postre de mantequilla) y 1 cucharadita de café de sal. Removemos para que todo se integre de manera homogénea y dejamos reposar 3 minutos para que el cuscús se hidrate.
Y ya lo tenemos listo para servir. Véis que no nos va a llevar más de 5 minutillos. Generalmente se sirve como acompañamiento de platos de cordero o pollo, muy tradicionales de Marruecos, aunque la versatilidad que os he comentado antes hace que en cada casa lo hayamos adaptado a nuestros gustos. Hoy os voy a sugerir 4 formas de cocinar el cuscús que os van a encantar.
Acompañarlo de pollo especiado es un acierto seguro. Este plato que os presento ahora lleva pollo adobado con ras-el-haout, una mezcla de especias que significa "lo mejor de la tienda" haciendo referencia a la mejor mezcla de especias que el comerciante puede ofrecer. Así, no es raro que este plato salga delicioso. Requiere macerar la carne durante unas horas con las especias, pero como la mayor parte del tiempo es de reposo, se puede considerar un plato rápido y que a mí me encantó. VER LA RECETA AQUÍ.
Con otra mezcla de especias, en esta ocasión de origen hindú en lugar de árabe, este cuscús tikka massala también va acompañado de pollo que no se ha macerado, sino cocinado con una salsa a base de yogur, al más puro estilo tikka massala. Súper original y muy rico, podéis VER LA RECETA AQUÍ.
Continuamos con el cuscús como acompañamiento del pollo, pero esta vez de un pollo al ajillo. Una versión diferente del clásico pollo al ajillo porque se hace con filetes de pollo y porque también el cuscús se adereza al ajillo para darle más sabor. Desde luego, el acompañamiento de las almendras fritas le da un toque muy especial. No dejéis de VER LA RECETA AQUÍ.
Pero, además de acompañando a la carne, el cuscús se sirve tradicionalmente en ensalada, dando lugar al famoso tabulé. Se trata de un plato frío a base de cuscús y verduras, habitulamente aromatizado con hierbabuena y aderezado con una mezcla de aceite y zumo de limón. Es una opción diferente para las ensaladas del verano porque la combinación de hierbabuena y limón hacen de este plato una cena o comida muy refrescantes. VER LA RECETA AQUÍ.
Si os apetece descubrir este maravilloso ingrediente, no dudéis en preparar cualquiera de las recteas anteriores. Tenéis más opciones en mi blog (PINCHA AQUÍ PARA VERLAS) y recuerda seguirme en las redes sociales para no perderte nada.
¡¡Feliz comienzo de semana!!
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