A continuación, conocerás una receta de costillas de cerdo con salsa barbacoa la cual dejará como resultado un platillo exquisito que podrás disfrutar con toda tu familia y que además es muy sencillo de preparar.
Ingredientes
Un kilo cuatrocientos de costillar de cerdo, aproximadamente. Vosotros elegís si os gusta más el centro o donde hay más hueso, que suele ser menos carne, pero mucho más jugosa.
Una cebolla
Salsa barbacoa
Mostaza dulce
Dos o tres cucharadas de azúcar
Un poco de whisky (yo utilice White label, pero supongo que valdrá cualquiera)
Patatas para acompañar.
Sal, vinagre y aceite.
Preparación
Lo primero es ir precalentando el horno al menos unos 10 minutos antes a unos 200 o 210 grados. Y preparamos los costillares en una bandeja, las salamos y echamos un chorrito de aceite por ambos lados.
Pelamos y cortamos las patatas si queréis en trozos o a la mitad si no son demasiado grades. Igual, las salamos y echamos un poco de aceite, le añadimos encima un pequeño chorrito de vinagre, solo encima de las patatas y procedemos a meterlas en el horno.
Preparación de la salsa
Para ello cortamos la cebollita bien picada (cuanta más pequeña mejor) y la vamos pochando en una sartén a fuego medio. Cuando ya tenga colorcillo le añadimos las dos o tres cucharas de postre de azúcar para que se vuelva caramelizada y damos unas vueltas bien en la sartén con una cuchara de madera o especial.
Le añadimos un buen chorro de whisky (como dos dedos de un vaso) y bajamos un poquito el fuego que se vaya reduciendo. Entonces le ponemos la salsa barbacoa, una cantidad generosa, y un poquitín de mostaza dulce, pero no mucho, lo dejamos en el fuego removiendo de vez en cuando para que se vaya evaporando el alcohol y haciendo más consistente la salsa.
Si vemos que está demasiado espesa le podemos añadir un poquito de agua y así le daremos otra textura, la salsa queda con un toque bastante dulce y original, recordando a la barbacoa, pero no tan fuerte ni simple.
Junta ambas recetas
A las costillas, que ya deben llevar unos veinte o veinticinco minutos, aun sin color, ya las podemos sacar para poner la salsa; abrimos el horno con mucho cuidado de no quemarnos y con un pincel especial de cocina vamos extendiendo bastante cantidad de salsa por todas las partes y caras de las costillitas, y si sobra un poco la llevamos luego a la mesa por si alguien de la mesa prefiere añadirle un poco más si siente que le han quedado un poco secas.
Lo dejamos otros quince o veinte minutos, vamos viendo el color y las patatas, cuando ya estén listas las servimos y estará todo preparado para comer unas deliciosas costillas de cerdo.