El merengue italiano, además de estar buenísimo, nos ayuda a decorar tartas y otro tipo de recetas dulces que les da un aspecto espectacular.. No es difícil de hacer pero hay que respetar las cantidades que tiene esta receta.
Yo busqué en la blogosfera y creo que he encontrado la mejor receta, la publicó kanela y limón y desde que lo hice para algunas tartas no me ha fallado, se mantiene firme y está delicioso así que vamos con la preparación..
Necesitamos..
Para el merengue:
100 grs de claras a temperatura ambiente (yo lo hago con claras frescas no pasteurizadas)
40 grs de azúcar normal
Una pizca de salPara el almíbar:
160 grs de azúcar normal
40 grs de agua
Creo que es muy importante tener un termómetro para el azúcar, a mi hace un par de años me costó un poco conseguirlo, ahora en casi todos los establecimientos tanto especializados en temas de repostería, como grandes almacenes lo podréis encontrar y no es caro..
Las claras son unos 4 huevos, depende del tamaño, no deben de tener ningún resto de la yema del huevo. Procurad que todo lo que utilicéis esté limpio y bien seco.. Vamos allá..
Ponemos las claras en el recipiente de la batidora y reservamos.. Calentamos el azúcar con el agua para el almíbar, y ponemos el termómetro dentro, como es poca cantidad tendréis que inclinar un poco el recipiente hacia el termómetro para que mida bien la temperatura, cuando esté cerca de los 100 grados centígrados ponemos a funcionar la batidora con las
claras y una pizca de sal, con el accesorio de barillas a velocidad fuerte.
Cuando veáis que ya están empezando a estar a punto de nieve (están ya blancas y espumosas) echáis los 40 grs de azúcar y dejáis la batidora a velocidad media..
Cuando el almíbar alcance los 120 grados centígrados es el momento de retirarlo del fuego, lo vamos a ir añadiendo a las claras que se están batiendo en forma de hilo, no lo echéis de golpe, poco a poco, insisto en que tiene ir cayendo en forma de hilo fino..
Dejamos a velocidad media la batidora hasta que veamos que el merengue brilla, dejadlo un rato, coged un poco con una cucharilla, le dáis la vuelta, si está firme y no cae.. lo tendréis listo..
Parece complicado pero no lo es, lo único que creo imprescindible son el termómetro y la batidora que no sea manual. El termómetro que yo tengo es de la marca Kitchen craft y la batidora amasadora es la Silvercrest de Lidl que no llegó a 30 euros y es increíble todo lo que puedes hacer con ella y el tiempo y trabajo que te ahorras..El proceso es muy rápido, la primera vez yo me hice un poco de lío entre controlar el almíbar y la batidora, pero es muy fácil..
Podéis utilizarlo en infinidad de recetas, tartas, milhojas, rellenos.. una buena manga pastelera y la boquilla adecuada hará que convirtáis una sencilla tarta en un postre profesional..
Esperamos que os haya gustado..