El merengue italiano es el adecuado para realizar todo tipo de tortas de limón así como decoraciones de tartas y pasteles. Es genial para tomarlo con un bizcocho esponjoso y también sobre frutas. Intenta que cuando lo hagas estés bien concentrada y así será la manera perfecta de crear un postre totalmente sabroso y delicado para todos. Sorprenderás por su sabor y presencia, ya que queda brillante y fino. ¡Ideal incluso para copas de helados y cremas!
El primer paso para realizar un merengue italiano es que realices un almíbar ligero con al menos 350 gramos de azúcar y un vasito de agua (225 cc) lleva todo a ebullición y cuando notes que alcanza un punto en el que levantes un poquito con una cuchara y al dejarlo caer haga hebras, ese será el punto perfecto del jarabe. Retira, entonces del fuego y deja reposar.
El siguiente paso será dejarlo enfriar. Cuando notes que ya ha perdido temperatura (al menos una hora), toma 5 claras de huevo y móntalas a punto de nieve con un chorrito muy pequeño de zumo de limón o una pizca de sal (ayudará a que tomen un color mucho más blanco, potenciando el brillo del merengue italiano) eso sí recuerda usar muy poquito. Ahora, deberás verificar que las claras están bien montadas, cuando al tomar unas poquitas con las varillas, éstas no se caigan hacia abajo. Entonces estarán.
Para terminar, vierte el almíbar ¡esto es importante! muy poco a poco, y en forma de hilo, si lo necesitas que alguien te ayude y de esa manera no echarás de más ni todo de golpe. Ve batiendo de manera envolvente, siempre con movimientos circulares e impulsando hacia arriba, moviendo el cuenco en la dirección contraria y así el volumen de tu merengue italiano será además el adecuado. ¿Lo probarás en casa? Refrigéralo y estará exquisito.
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