El merengue se puede utilizar, como te comentaba en la descripción, para decorar todo tipo de galletas, bizcochos y tartas, cupcakes e incluso ensaladas frutales dulces. No pierdas la oportunidad de crear uno de los mejores y velar por el sabor y una imagen brillante y espectacular en tus postres preferidos. Te lo recomiendo en bizcochos suaves y esponjosos de fresa así como en compañía de cremas de limones sabrosas y aromáticas. Normalmente este merengue decorativo se encontrará en una textura brillante y cremosa, como una nata montada (crema de leche) semi sólida. Como veremos en posteriores posts, después el merengue se puede variar creando el italiano con mucha más cantidad de azúcar y secarlo, aportando los merengues que encontrarás en las fotos principales de este post, mucho más crujientes, esos los veremos después, comenzamos ya ¡con lo más básico!
Toma 7 claras de huevo y ponlas en una cacerola, con al menos 600 gramos de azúcar, es importante que dejes caer el azúcar como una lluvia, no de golpe y que pongas la cacerola al fuego, muy bajito (en vitrocerámica al menos a 2, no más) removiendo sin parar hasta que el azúcar se haya disuelto por completo. Cuando notes que se ha derretido quita la mezcla del fuego y bate con unas varillas eléctricas hasta que notes que el merengue ha tomado suficiente consistencia.
El último paso será agregarle 60 gramos de azúcar glass en forma de lluvia, siguiendo batiendo con un movimiento envolvente con las varillas a máxima potencia. ¡Y entonces ahora tu merengue estará listo para decorar lo que desees! Para que sea más fácil de manipular, siempre ten en cuenta el ponerlo en una manga pastelera, dejando que haya perdido temperatura. Será un paso muy importante para que el adorno quede bien y totalmente firme, brillante y muy apetecible. ¿Lo harás en casa?
La entrada Merengue aparece primero en Sólo recetas de postres y dulces.